Intentar acercarse a un fenómeno complejo mediante explicaciones simples, probablemente genera más confusión que clarificación. Actualmente, el modelo BIO-PSICO-SOCIAL representa la aproximación más aceptada y acertada para el estudio de los temas humanos, tanto sociales (por ejemplo, la violencia) como sanitarios (por ejemplo, la salud en un amplio sentido del término). En estas páginas que te ofrezco, se parte de este modelo y, también, desde un punto de vista teórico cognitivo-conductual de la Psicología, si bien expreso mi respeto a cualquier otro acercamiento teórico y práctico que presente unas características éticas y deontológicas adecuadas. Al final de esta página expongo una definición integradora.
La HIPNOSIS es un constructo complejo y en la actualidad no existe una teoría predominante sobre la misma, sino más bien un continuo de puntos de vista teóricos (Kirch y Lynn, 1995). Como veremos, parte de las discrepancias teóricas existentes vienen dadas porque por hipnosis se entiende por lo menos tres cosas diferentes:
1. Desde el punto de vista de la COMUNICACIÓN, se puede describir la hipnosis como un procedimiento durante el cual, un profesional de la salud o investigador, en este caso un psicólogo, sugiere a un cliente, paciente o sujeto que experimente cambios en las sensaciones, percepciones, pensamientos o comportamiento. El contexto hipnótico se establece generalmente mediante el procedimiento de inducción. A pesar de que existen diferentes inducciones, la mayoría incluyen sugestiones para la relajación, calma y bienestar, si bien las estas sugestiones pueden ser también de incremento de la activación. También se suelen incluir en las inducciones instrucciones para imaginar o pensar en situaciones agradables (Kirsh, 1994).
Así, diversos
autores actuales definen la hipnosis moderna como constituida, en principio,
por un conjunto de técnicas de comunicación conducentes a
desarrollar en el sujeto un proceso que, por convención, se llama
hipnótico. Este proceso puede constituir un contexto de cambio para
el paciente según una serie de variables del terapeuta (por ejemplo,
su habilidad y experiencia), de la situación específica,
y de la interacción con las características del cliente.
La
técnica hipnótica es, por tanto, obra de la comunicación
(Malarewicz, 1990).
La hipnosis no
es una clase o tipo de terapia (como, por ejemplo, el psicoanálisis
o la terapia de conducta) sino que se trata de un procedimiento adjunto,
o conjunto de técnicas, que se pueden usar para facilitar
la terapia (una de las herramientas que el terapeuta puede utilizar
de cara a una u otra situación, y según la demanda del paciente).
En este sentido, no es más que otro instrumento de intervención.
Dicho de otra forma, la hipnosis requiere de una técnica particular
que no se reduce a la inducción hipnótica y exige la confianza
y cooperación del cliente.
No obstante, se trata
de un conjunto de técnicas potentes que pueden facilitar
el aprendizaje y el cambio de comportamiento; de hecho, permiten
crear un espacio para el aprendizaje que facilita la adquisición
y práctica de estrategias de afrontamiento para las personas.
Como comenta T. Barber (1988): "Hoy está claro que el modo en que los individuos responden a las sugestiones, depende mucho menos del éxito de los procedimientos de inducción formales (que aspiran a producir relajación, quietud mental y concentración en las ideas comunicadas por el terapeuta con la concomitante desatención a otros problemas), y mucho más de la relación interpersonal entre el sujeto y el terapeuta, la capacidad del paciente para imaginar, fantasear y tener experiencias parecidas a las hipnóticas; las expectativas, actitudes y creencias acerca de la situación; y la interacción momento a momento del terapeuta hipnosugestivo con el paciente, en la que se incluye el modo de atacar el problema, el tipo de sugestiones específicas que ofrece y la forma en que el paciente interpreta las sugestiones."
2. Por otra parte,
también se entiende por hipnosis un ESTADO DE FUNCIONAMIENTO
MENTAL, con sus correlatos psicofisiológicos, en respuesta a
las sugestiones. Tradicionalmente se habla de trance hipnótico
en
referencia a este estado.
Así, desde
este punto de vista, J. Barber (1996) presenta una definición operativa:
La
Hipnosis es una condición alterada, o estado alterado, de conciencia
caracterizado por un marcado incremento de la receptividad a la sugestión,
por la capacidad para modificar la percepción y la memoria, y
por el potencial para un control sistemático de una variedad de
funciones usualmente involuntarias (como actividad glandular, actividad
vasomotora, etc.).
Bien se considere
este estado como normal o patológico, se pueden observar una serie
variables (incluso dejando de lado la evaluación de los cambios
fisiológicos) entre las que cabe destacar:
Desde el punto de vista
del procesamiento de la información y de las emociones:
LA HIPNOSIS PUEDE
CONSIDERARSE COMO UN ESTADO TRANSITORIO DE LA PERSONA, INDUCIDO EXTERNA
O INTERNAMENTE, EN CUAL EL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN TANTO
DE LOS ESTÍMULOS QUE SE RECIBAN DEL EXTERIOR, COMO DE LAS PRODUCCIONES
QUE ELLA MISMA GENERE (IMÁGENES, PENSAMIENTOS, RESPUESTAS EMOCIONALES
Y SENSACIONES), PUEDE TENER UN GRAN IMPACTO SOBRE EL RESULTADO DEL
PROCESO E INTEGRACIÓN DE DICHA INFORMACIÓN. ESTO ES, SOBRE
EL APRENDIZAJE -DESDE UN PUNTO DE VISTA AMPLIO DEL TÉRMINO (EMOCIONAL,
COGNITIVO Y COMPORTAMENTAL). ELLO SE DEBE A LA INTERACCIÓN DE FACTORES
SOCIALES, ATENCIONALES, MOTIVACIONALES, COGNITIVOS Y AFECTIVOS, ASÍ
COMO AL PROPIO ESTADO DEL ORGANISMO (Morales
y Gallego, 2001).
Te ofrezco un listado
de las VARIABLES significativas e investigadores
que han profundizado en el tema que nos acupa.
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Guillermo Morales
Homar. Psicólogo. Especialista Universitario en Hipnosis.