ESTIMULACIÓN BILATERAL ALTERNATIVA INTER-HEMISFÉRICA (EBAI).
INTRODUCCIÓN
Actualmente, existen una serie de técnicas de intervención
psicológica que parten del supuesto teórico de que el ser humano
dispone de la capacidad para su actualización: Un mecanismo natural
de curación de las secuelas de los eventos traumáticos y de
las situaciones de malestar psicológico. Estas situaciones traumáticas
percibidas por la persona pueden ser amenazantes para la supervivencia (p.
e., las violaciones y los secuestros, o las inundaciones y terremotos), o
los llamados traumas menores acumulativos de la vida diaria (p. e., las frustraciones
y pequeñas molestias cotidianas, así como situaciones de maltrato
leve pero continuo).
Por ejemplo, el EMDR© (Eye Movement Desensitization and Reprocessing:
Desensibilización y Reprocesamiento a través de los Movimientos
Oculares) es un método de tratamiento psicológico desarrollado
por F. Shapiro, que plantea un acercamiento integrador al tomar prestados
conceptos de la cibernética, así como de las teorías
psicoanalíticas, conductuales, cognitivas y fisiológicas,
dentro de un marco del procesamiento de la información (Shapiro, 2002).
Su aplicación primaria e inicial es el tratamiento de personas que
han experimentado situaciones traumáticas, si bien se ha adaptado
su aplicación a diversas áreas: fobias, dolor, problemas psicosomáticos,
trastornos de personalidad, coaching, etc.
Sin pretender profundizar en esta técnica que dispone de “marca registrada”,
y de “franquicias” internacionales para la formación de los terapeutas
que deseen utilizarla, nos parece importante reconocer que su aparición
en el campo de la psicoterapia ha supuesto, en cierta manera, la revitalización
y la posibilidad de tener otra visión de otras técnicas como,
por ejemplo, la hipnosis. Paradójicamente, el movimiento alternativo
y pendular de los ojos, por parte del sujeto, es una de las técnicas
de inducción hipnótica más popularmente conocida.
LA ESTIMULACIÓN BILATERAL ALTERNATIVA INTER-HEMISFÉRICA (EBAI).
Las teorías recientes se centran en el factor común a todos
los tratamientos basados en los Movimientos Oculares: La estimulación
alternativa de los hemisferios cerebrales (Friedberg, 2003). Esta estimulación
se puede conseguir mediante los movimientos de los ojos, toques alternativos
en las manos, piernas o brazos, o estimulación auditiva. En el caso
de la Estimulación Bilateral Alternativa Inter-Hemisférica
(EBAI) que proponemos, se trata de una técnica de intervención
comportamental que parte de la toma de conciencia y descripción de
un estado o situación de malestar, por parte de la persona que lo
sufre, y que conecta los pensamientos, imágenes mentales o recuerdos,
con las emociones y con las sensaciones corporales asociadas a este estado.
A continuación, una vez definida la situación con sus correlatos
cognitivos y psicofisiológicos, se procede a disminuir o extinguir
el malestar asociado mediante la EBAI ejercida por el entrenador o por el
mismo sujeto. Finalmente, se facilita la instauración de respuestas
alternativas más adaptativas para la persona en el manejo y resolución
de su malestar. Así, la mayoría de personas informan que la
práctica del EBAI provoca una sensación agradable de relajación
y bienestar.
Por otra parte, la práctica del EBAI se puede realizar sin atender
a ningún estado de malestar subjetivo con el fin de evocar un estado
de relajación, bienestar y concentración.
Generalmente, toda situación o estímulo atendido, tanto externo
como interno (pensamiento, imagen o sensación corporal) tiene asociado
como mínimo una valencia emocional primaria (positiva-apetitiva o
negativa-defensiva), o una serie de emociones y de sensaciones. Esto se hace
más evidente, y algunas veces consciente, cuando la valencia emocional
evocada es defensiva (por ejemplo, con la percepción de peligro o
amenaza, bien sea real o imaginaria). Así, todo el procesamiento de
la información es emocional, por cuanto la emoción es la energía
que impulsa, organiza, amplifica y atenúa la actividad cognitiva y,
por otra parte, es la experiencia y expresión de esta actividad. La
emoción implica un complejo estrato de procesos que están en
constante interacción con el entorno. Estas interacciones implican
procesos cognitivos (como la valoración o evaluación del significado)
y los cambios físicos (como los cambios endocrinos, autonómicos
y cardiovasculares), los cuales pueden revelarse como patrones repetidos
a través del tiempo.
La emoción es tanto regulada como reguladora: En sus manifestaciones
como eventos neurofisiológicos, experiencias subjetivas y expresiones
interpersonales, las emociones interconectan varios sistemas dentro de la
mente y entre las mentes (Siegel, 1999).
Referencias bibliográficas:
Friedberg, F. (2003). La Técnica de los Movimientos Oculares. Bilbao: Ed. Desclée de Brouwer, S.A.
Shapiro, F. (2002). EMDR as an Integrative Psychotherapy Approach. Washington: American Psychological Association.
Siegel, D.J. (1999). The Developing Mind: How Relationships and the Brain
Interact to Shape Who We Are. New York: Guilford Publications.
Otros libros de interés:
Lovett, J. (2000). La Curación del Trauma Infantil mediante DRMO (EMDR).
Barcelona: Ed. Paidós Ibérica, S.A.
Greenwald, R. (2001). EMDR In Child and Adolescent Psychotherapy. Northvale: Jason Aronson Inc.
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