¿OTRA VEZ EN LA RUTINA?

Otra vez estamos aquí, al terminar las vacaciones, empezando de nuevo. En parte, las vacaciones tienen algo de eso, de terminar una etapa y comenzar otra con renovadas energías. Por eso muchos hacen balance de lo que ha sido el año ahora en septiembre, en lugar de hacerlo en enero.

La vuelta al cole de los chicos con todo lo que supone, y la vuelta al trabajo de los mayores, también con todo lo que supone, nos obliga a plantearnos nuevas metas y a pensar en muchas cosas en forma de comienzo.

Para algunas personas este es un buen momento, se encuentran descansadas y con las fuerzas necesarias para afrontar, de la mejor manera posible, los contratiempos que les llegarán. También se sienten dispuestos a saborear los buenos momentos que les esperan.

A otras en cambio, todo se les viene encima, la casa, el trabajo. Para ellos el regreso de las vacaciones no es más que volver otra vez a la rutina, a reencontrarse con esas cosas o situaciones que le resultan tan agobiantes y tan difíciles de sobrellevar.

Ambos estados de ánimo se trasmiten a los chicos que ahora vuelven a sus clases. Un momento tan bonito para ellos, como es este, cargado de ilusiones, con ganas de mejorar lo que quizá no hicieron del todo bien el año anterior, con ganas de volver a ver a los antiguos compañeros y conocer a los nuevos. Todo esto, puede verse enturbiado por inseguridad y falta de confianza.

Si podemos escoger, optemos por transmitir ilusión y confianza a estos chicos que ahora empiezan. ¿Cómo hacerlo? Con cariño sincero, haciéndoles sentir en todo momento que son unas personas muy importantes, queridas y capaces de superar lo que se propongan.

Para los más pequeños, los que empiezan el cole, información, mucha información. Prepararles poco a poco, para que no vivan este momento con demasiada ansiedad ni como un abandono de la familia. Por ejemplo, permitirle, si él lo desea, que lleve algún juguete de casa para que haya algún elemento conocido para él, perteneciente a su ambiente familiar, y que así, no todo sea completamente nuevo.

La actitud de la madre y el comportamiento del profesor son fundamentales para una correcta adaptación del niño al colegio.

Recordar también, que lo bueno de ir al cole es la oportunidad de conocer otros niños como ellos, de su misma edad con los que podrán jugar. El niño aprende así a respetar a los otros y a convivir con ellos, iniciándose su vida social.

La edad ideal para empezar el colegio es la de tres años, pero si los padres trabajan y tiene que hacerlo antes, conviene prepararle adecuadamente. No es necesario que sepan leer o escribir, aunque sí conviene que estén familiarizados con el material escolar como son cuadernos, lapiceros...

Y no preocuparnos en exceso, sabremos que las cosas le van bien cuando acuda al colegio tranquilo, y si al volver a casa comenta con naturalidad las cosas que ha hecho durante el día.

En cuanto a los menos pequeños, intentar siempre disfrutar de la vida, encontrar tiempo para dedicarlo a nosotros mismos, a realizar esa actividad que tanto nos gusta, hacer algo de ejercicio, salir con los amigos. Nos sentiremos más tranquilos y optimistas, con más fuerza para luchar por aquello que tanto deseamos.

SILVIA BAUTISTA

Publicado en MadridSureste, octubre de 1.998

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