Mi historia comienza hace algo más de un año en uno de los tantos Carrefour que hay en España.
Me encontraba comprando de todo un poco en este gran supermercado cuando me paré a echar un vistazo en la zona de los libros y vi uno que me llamó la atención, "Manual del buen bolsista" de José Antonio Fernández Hódar. Intenté ojearlo pero no pude ya que estaba plastificado y no se podía leer en su interior. Así que me lo compré porque el título me impactó aunque no conocía ni a su autor ni nada que tuviera que ver con el tema de la bolsa.
Tengo que decir que ese libro me cambió la vida, en una semana me lo había leído, y en quince días ya estaba apuntado a un curso de análisis técnico.
Una vez finalizado el curso, el cual duró varios meses, me aventuré en los mercados de futuros. Concretamente en el Eurostoxx50 y bajo las órdenes de un profesional el cual me daba punto de entrada, stop y punto de salida, eso sí, previo pago mensual. El primer mes salió bien y gané algo y viendo la forma de actuar y la seguridad con la que me hablaba el "experto" me pensé que esto era jauja y me iba a forrar en cuatro días si aumentaba el número de contratos. El segundo mes, después de saltar un stop de 130 puntos con varios contratos y entrar en grandes pérdidas, empecé a dudar de aquel individuo. El tercer mes las pérdidas se incrementaron y algunas personas dejaron de confiar en el "experto" y se dieron de baja. El cuarto mes la cosa seguía igual y todos los que quedábamos decidimos finalizar aquella aventura.
Aquella experiencia me costó mucho dinero pero me enseñó que en el mundo de la bolsa hay que currárselo y estudiar y no pretender ganar al mercado a los cuatro días de saber lo que es un índice bursátil, también me enseñó que no te puedes fiar ni seguir los pasos del primero que te dice que el mercado se va aquí o allí, eso sí, previo pago y si luego no va pues mala suerte, ya te dicen que 100% seguro no hay nada pero con los conocimientos que tienen es prácticamente imposible que se equivoquen (ja, ja, ja, de chiste).
Después de aquello estuve días sin hacer nada y observando el mercado. Me compré varios libros y me puse a estudiar Elliott sobre todo. Cuando me sentí preparado (sólo había pasado un mes) hice dos o tres operaciones virtuales y fueron buenas, así que a la siguiente me lancé al ruedo y fallé claro. Comencé a operar con frecuencia y de cada diez operaciones, en siete u ocho me saltaba el stop. Me creía que sabía un montón después de todo lo que había estudiado y que fallaba en alguna tontería a la hora de operar. Decidí apuntarme a un curso de indicadores, el cual tengo que decir que fue genial y me enseñó muchas cosas pero yo sólo llevaba ocho meses en este mundo tan fascinante y ya me creía que era todo un experto ( hombre...había hecho dos cursos...). Al finalizar el curso de indicadores comencé a operar sobre papel y como vi que los resultados eran buenos me volví a lanzar al ruedo pero esta vez sobre varios índices ( Stxe50, Dax y Bund ), y lo que pasó fue lo mismo que la vez anterior. Cuando no me saltaban los stops rápidamente, me cerraba yo mismo la operación con unos pipos de pérdida porque era incapaz de aguantar la posición en contra o a la que ganaba unos pipos protegía mi posición para así no perder nada en caso de que se girase el mercado y me acababan echando. Lo peor vino cuando entré un día en fuertes pérdidas en el dax. Después de que me saltara un stop decidí volver a entrar en el mercado con más contratos para así recuperar antes las pérdidas que me había ocasionado el primer stop, pero lo que pasó fue que me saltó el segundo stop, así que sin pensarlo volví a entrar en el mercado pero con más contratos que la segunda vez para así recuperar con menos pipos las pérdidas que me habían generado las dos operaciones anteriores. Pasó lo que tenía que pasar y me saltó el tercer stop. Así que después del tercer intento decidí apagar el ordenador y dejar el tema para otro día. Al día siguiente me levanté pronto para ver la apertura del Bund y después de observar un rato el mercado y analizar mi estrategia decidí entrar con varios contratos porque aún me acordaba de las pérdidas del día anterior y quería recuperar cuanto antes. Como os podéis imaginar me saltó el stop por un par de pipos ( lo había puesto muy ajustado ) y luego el precio se fue a mi objetivo.
La dinámica en la que había entrado no me gustaba y decidí ponerme en manos de un experto, Guillermo Robledo, el cual me recomendaron varias personas. Gracias a su terapia, de la cual sigo disfrutando cada semana, conseguí dejar de operar para averiguar donde se encontraban mis fallos y además poder conseguir ser totalmente DISCIPLINADO con mi propio sistema.
En ese momento me di cuenta que el mercado era infinito y el dinero no, así que la operativa podía esperar. Analizando mis entradas y explicándole mis sentimientos hacia el mercado se dio cuenta que el problema estaba dentro de mi, en mi forma de vivir y en la manera de hacer las cosas. Así que el objetivo cambió y pasamos de analizar el mercado a analizar mi persona, mis miedos, mis frustraciones..., en definitiva mi vida, para así poder entender y cambiar mi actitud frente al mercado. Porque, como Guillermo dice, el mercado es un espejo de uno mismo y allí uno se puede ver reflejado con todo lo bueno y con todo lo malo.
Realmente ahora que empiezo a entender algo de todo este mundo me doy cuenta de lo poco que sé y de lo mucho que me queda por aprender. Eso sí, siendo perseverante, con mucha disciplina y mucha dedicación, no creo que haya nada imposible para nadie.

Un saludo a todos,
Saulo.