Las variables psico-emocionales y conductuales de los individuos que intervienen en los mercados constituyen –en opinión de muchos expertos- la clave que separa el éxito en la operativa del más rotundo fracaso.
El mercado, como realidad supraindividual, como ente constituido por todos los individuos que lo componen, atiende a dos premisas básicas, el miedo (que los inversores tienen al hacer una inversión de perder una parte o todo el patrimonio) y la codicia (afán personal de ganar una plusvalía rápida que incrementará su patrimonio).
Dichas emociones, el miedo y la codicia ponen en marcha procesos internos tan o más interesantes aún que el propio proceso económico-financiero, ya que enfrentan a cada cual con sus “fantasmas” más íntimos, con sus “formas” personales más evidentes y aun así más negadas sistemáticamente.
No es extraño oir discursos de euforia o derrotismo, asociados a una determinada operación que salió bien o salió mal, discursos que lo único que ponen de manifiesto en realidad es la tremenda fragilidad personal del que los enuncia sometido a los avatares de un mercado al que no está preparado para enfrentarse.
Que el mercado tiene reglas de oro cualquier recién llegado lo sabe, no es ese el problema.
No es el desconocimiento de las reglas del mercado sino el desconocimiento de claves personales (desconocimiento de uno mismo) el que provoca generalmente el fracaso de la operativa.
A veces es necesario acceder a los mecanismos íntimos de su nuestra estructura mental, conocerlos, entenderlos, tomar conciencia de ellos para poder manejarlos adecuadamente y que no se conviertan en nuestro principal enemigo.

PSICODRAMA Y MERCADOS.

El psicodrama es un método psicoterapéutico y didáctico que a diferencia de otros enfoques puramente verbales, integra en el espacio de trabajo y crecimiento (espacio dramático) tanto los elementos verbales como los del cuerpo en movimiento contemplando todas las posibilidades comunicativas del ser humano. Se genera así un espacio de juego (contexto dramático) y experimentación con otros códigos comunicativos (construcción de imágenes) que posibilita el trabajo y desarrollo del ser humano en todas sus dimensiones (bio-sico-socio-espiritual) facilitando, además, la aparición de "formas" y "estilos" personales.

Este abordaje terapéutico posibilita la profundización en dichas estructuras individuales y su correlato conductual (formas de conducta que condicionan nuestra manera de estar en la vida y consiguientemente en los mercados).

La pieza clave del trabajo en nuestro taller “VARIABLES EMOCIONALES EN LOS MERCADOS BURSÁTILES” es el análisis del rol de inversor ( o de los roles de inversor) y los elementos fundamentales en la construcción de dicho rol, para ello partimos de la dinámica del esquema de roles (pieza clave de la teoría psicodramática) y la explicación de los conceptos básicos de dicho esquema para continuar con la profundización y toma de conciencia de cada uno de los asistentes al taller, de su propio rol y de las características de éste.
Desde ahí, cada cual podrá caminar hacia el desarrollo y armonización de un rol –el de inversor, broker, participante en los mercados- cada vez más depurado, armónico y creativo en el que los beneficios sean solo una parte (quizá no la más importante) de un sentir y vivir los mercados más integrado.
Quizá algunos lleguen a respetar al mercado considerándolo, como nosotros, un maestro iniciático dispuesto a enseñarnos las más importantes lecciones sobre nosotros mismos.

Como enuncia Daisetz T. Suzuki, en la introducción a “Zen en el arte del tiro con arco”, “...el tiro de arco, no se realiza tan solo para acertar en el blanco; la espada no se blande para derrotar al adversario; el danzarín no baila únicamente con el fin de ejecutar movimientos rítmicos. Ante todo, se trata de armonizar lo consciente con lo inconsciente...”

Atentamente les saluda:

Guillermo Robledo Gómez.
Psicólogo, Director de Sicodrama.
Experto en Mercados Bursátiles y derivados financieros por la U.N.E.D