La eyaculación precoz consiste en eyacular ante una estimalción sexual mínima, o antes, durante o inmediatamente después de la penetraciòn y antes de que la persona lo desee, de forma recurrente. se debe tener en cuenta factores que influyen en la duración de la fase de exitación, como la edad, las parejas o situaciones nuevas y la frecuencia de la actividad sexual.
Para solucionar este problema se suele utilizar el procedimiento desarrollado por Masters y Johnson (1970), que ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de la eyaculación precoz, ya que según un estudio llevado a cabo por Kilmann y Auerbach en 1979, la tasa de éxito terapéutico se situaba entre el 90 y el 98%.
ES IMPORTANTE QUE EL ESPECIALISTA REALICE UN BUEN DIAGNÓSTICO, YA QUE EN MUCHAS OCASIONES EL PROBLEMA SE PRODUCE POR DESCONOCIMIENTO Y/O MALA INFORMACIÓN SEXUAL. LA TECNICA QUE EXPONEMOS A CONTINUACIÓN DEBE DE SER PRESCRITA POR UN ESPECIALISTA QUE GARANTICE SU CORRECTA APLICACIÓN Y QUE REALICE LOS AJUSTES OPORTUNOS EN CADA FASE DE LA TÉCNICA.
FASES, PROCEDIMIENTO Y TEMPORALIZACIÓN DE LA TÉCNICA
Cuando el hombre responda a la presión ejercida perderá inmediatamente su urgencia de eyacular y disminuirá del 10 al 30% su erección total. Se dejará descansar 15-30 segundos y se comenzará de nuevo la estimulación de los genitales del varón, procediendo igual que anteriormente ante la nueva inevitabilidad eyaculatoria.
Este ejercicio se desarrollará durante 15 a 20 minutos, durante tres días.
Este ejercicio se desarrollará durante unos 25 minutos, durante al menos tres días, o hasta que se logre prolongar el tiempo de permanencia del pene en la vagina sin eyacular.
Una vez que se ha consolidado un adecuado control de la eyaculación puede pasarse a otras posturas, aunque no son recomendables aquellas en donde el varón está en posición superior, ya que provoca mayor esfuerzo eyaculatorio, por lo que siempre que sea posible deberá evitarse. Es conveniente que antes de proceder al coito, durante los primeros meses de control adecuado de la eyaculación, que se proceda a realizar dos o tres veces la técnica de compresión.
Por último se aconseja que durante seis meses se practique la técnica de compresión, al menos, una vez por semana antes del coito (las restantes relaciones sexuales durante la semana se llevarán a cabo sin la técnica de compresión).
Es conveniente que se dedique un día al mes a practicar exclusivamente la técnica de compresión sin coito.