AUTORA: MARIA PIENSOS LINARES.Psicóloga y terapeuta familiar.

                      Centro Sistema. San Andrés, 35-1ºD- La Coruña. España.

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¿ES LA SISTEMICA UNA FILOSOFIA ORIENTAL?

                                                         “Bueno es recordar, las palabras viejas

                                                         que han de volver a sonar”. A. Machado.

 

INTRODUCCION

Este artículo no pretende ser un exhaustivo repaso de lo que las filosofías orientales, y en concreto el budismo zen, han podido influir en el nacimiento y desarrollo de paradigmas psicoterapéuticos como la terapia sintética, sino más bien un intento ameno de recorrer los inicios de la teoría sintética y de las influencias  que en aquellos momentos tuvieron dichas filosofías sobre los “pioneros” de estos enfoques.

A mi modo de ver estas influencias no son lo suficientemente reconocidas en la bibliografía  especializada, y si aparecen citadas ciertas alusiones son meramente anecdóticas.

Quien esté familiarizado con las lecturas relativas a las actuales tendencias postmodernas o constructivistas en terapia sintética, quizá  pueda sorprenderse de lo similares de muchas ideas recogidas en los textos que recogen la sabiduría de Oriente, y  de los maestros zen (que por otro lado están teniendo en estos momentos mucha divulgación).

 

 Espero que este recorrido sea tan gratificante para los lectores como para mí  ha supuesto el ir descubriendo todos los datos que aquí aparecen, así nada mejor que poder compartirlos.

En su libro “La Escuela de Palo Alto”(4), la terapeuta Teresa García explica que ya creado el equipo del MRI a finales de los 50, John Weakland (que estaba interesado por la cultura china y terminó casándose con Anna Wu que era una pintora originaria de Shanghai) afirma que comenzaron a leer y a discutir con Alan Watts (el “promotor occidental” del zen) acerca de la comunicación y el zen, de las diferencias y similitudes con la psicoterapia occidental y de los aspectos psicoterapéuticos del zen.

El propio John acudirá a Japón a entrevistarse con el maestro Suzuki  a propósito del zen.

Jay Haley afirma que se encontró con Alan Watts el mismo año en el que conoció a Milton Erickson (1953) y que Alan se entusiasmaba  por las ideas de Gregory Bateson, hablando entre ellos de las paradojas, la comunicación y el zen. Para Haley  el zen podía constituir una teoría de la psicoterapia y además le recordaba al trabajo de Erickson.

Alan Watts explica en sus memorias(14)  que veía mucha relación entre las teorías de Bateson y la experiencia del discípulo zen frente a su maestro espiritual.

Las técnicas del koan crean para el discípulo un contexto parecido  al de la “doble coacción”.

El koan es un tema, una cuestión que se le da al estudiante de zen para que la resuelva y cuya solución debe conducirlo a una visión interior espiritual.

Este ejemplo de koan recuerda a los ejemplos del grupo de Bateson que ejemplificaban los componentes de un doble vínculo:

              “Si dices que este bastón existe, te pego con él

                si dices que no existe, te pego con él

                si no dices nada, te pego con él”

El propio Alan Watts explica cómo en su juventud fue aceptado como discípulo de un maestro zen, a través del cual conoció los problemas zen (koans), como “¿Cuál es el sonido de una sola mano al aplaudir?”.

El zen es una escuela budista que nació en China entre los siglos VI y VIII, y que se desplazó hacia Japón en el siglo XVII.

Se trata de una práctica que, como todos los enfoques budistas, apunta a liberar la mente de su confusión habitual  que la lleva a identificar las palabras, las ideas o los conceptos con la realidad misma, y de todos los problemas y conflictos emocionales generados por ésta confusión.

Desde éste punto de vista el ego, el tiempo, el cuerpo, la vida y la muerte son meros conceptos que no tienen ni más ni menos realidad que los números

o las medidas abstractas.

Según el zen esa libertad no depende de un proceso de aprendizaje gradual y acumulativo sino que implica un salto intuitivo  que tal vez no sea posible hasta haber practicado largos períodos de meditación, que permitan que la mente se asiente, se clarifique  y ponga fin a la interminable cháchara  que continuamente tiene lugar en el interior de nuestra cabeza.

Así los  koans se basan en anécdotas sobre las enseñanzas en formas de preguntas y respuestas de los antiguos maestros y están orientadas a que uno deje de pensar.

El propio Watts comenzó a relacionarse en S. Francisco con los fundadores del Esalen Institute y con A. Maslow, Carl Rogers y Virginia Satir, y explica cómo conoció a Bateson(14):

“Cuando llegué por primera vez a California, G. Bateson  empezó a trabajar como etnólogo asesor en el hospital de Veteranos de Palo Alto. Gregory suele cometer el amable error de creer que los demás son tan brillantes como él y tal vez sea por ello por lo que a veces resulta difícil seguir la sutileza de su pensamiento.

Este inglés alto, informal y algo tímido tiene una habilidad especial para especificar las formas fundamentales del comportamiento humano y animal y para demostrar sus paradojas y contradicciones lógicas. En consecuencia empezó por buscar las raíces de las neurosis y psicosis dentro del contexto               de la comunicación social  y elaboró una aproximación a la psiquiatría basada en la comunicación, según la cual el inconsciente no era tanto la psiquis como la red de relaciones implícita en la que todos nos hallamos inmersos.

Bateson descubrió que el principal problema de nuestras pautas de comunicación, especialmente dentro del seno de la familia, se centra en el “doble vínculo”, un mensaje a dos niveles que son mutuamente contradictorios. El doble vínculo asume así la forma lógica de la afirmación “estoy mintiendo” , que en el caso de ser verdadera es falsa y en el caso de ser falsa es verdadera.

Entre padres/hijos y maridos/esposas éste vínculo suele asumir la forma de una orden que obliga a hacer lo que sólo sería aceptable si se hiciera de un modo voluntario o espontáneo (“debes quererme”). Quizá la esposa se queje a su marido de que no le presta la suficiente atención porque no la lleva al cine, y cuando el marido llega de noche y dice ¿porqué no vamos al cine? Ella replica: sólo me lo propones porque me he quejado, en cuyo caso el marido  se encuentra en una situación cuya única salida posible es evidenciar la contradicción lógica. Pero si el individuo no puede cobrar conciencia de la trampa en que se halla acaba sometido a un estado de ansiedad comparable al timbre eléctrico que sólo funciona cuando deja de apretarse el botón.

Gregory observó que las familias de los niños esquizofrénicos suelen estar atrapadas en esta clase de juego.

Enseguida me dí cuenta ,sigue diciendo Watts, de que el doble vínculo era también característico de los preceptos religiosos: no seas egoísta, olvídate de ti mismo, sé natural....

Gregrory aprendió de mí las técnicas del zen y formuló la idea de que la psicoterapia también podría recurrir al doble vínculo, creando una especie de reductio ad absurdum de la situación vital del paciente que le ayudara a salir de ella.....................”

El maestro D.T. Suzuki explica en un texto titulado “Vivir el zen”(13) que el hombre es homo sapiens y también homo faber, y que el principal peligro  al que se expone es el de esclavizarse de sus propias creaciones

Recuerdan sus textos al constructivismo más radical cuando nos recuerda que el hombre fabrica herramientas y las utiliza en los diversos campos de su actividad, pero siempre se expone a la tiranía de las herramientas que él mismo  ha fabricado , y como resultado de ésta situación deja de ser dueño de sí mismo y se convierte en un miserable esclavo de sus circunstancias, siendo lo peor de todo que ni siquiera es consciente de éste hecho.

Son sus palabras: “.....esto es más notable en el ámbito del pensamiento. El hombre ha creado muchos conceptos valiosos que le han ayudado a manejar la realidad , pero ha terminado confundiendo los conceptos con la realidad, el pensamiento con la experiencia y el sistema con la vida. Al olvidar que los conceptos son una creación suya deja de estar en contacto con la realidad. El zen es plenamente consciente de éste hecho y todos sus mondos están dirigidos a desenmascarar la falsa conceptualización. Es por ello que pueda parecer tan irracional y enturbie la imagen de sentido común que tenemos del mundo”.

Neurólogos como David Rioch o Karl Pribram de la Universidad de Stanford fueron los primeros en admitir lo poco que sabían pues se daban cuenta de que su cerebro era más inteligente que su mente, de que el sistema nervioso humano es tan complejo que apenas estamos empezando a comprenderlo en términos de pensamiento consciente: “el cerebro no se dedica tan sólo a reflejar el mundo externo sino que al igual que las manos del artista sacan acordes y melodías de un espectro de cuerdas, la estructura del cerebro crea las formas y pautas que vemos, seleccionándolas entre un inmenso espectro de posibles alternativas.............”y estos científicos mantuvieron encuentros con pensadores orientalistas como el anteriormente citado A. Watts el cual afirmaba(14) que el budismo zen fascina a los occidentales porque su enseñanza es muy distinta de la de cualquier otra religión (si es que se trata de una religión......)ya que carece de dogmas, no impone ninguna creencia en particular y no se ocupa de abstracciones ni insiste en la moralidad. Afirma que se ocupa de la realidad tal como es y no tal como lo pensamos o describimos, y su esencia no es una idea, sino una experiencia “y cuando esta acontece uno se despoja de toda idea, y aunque pueda seguir utilizándolas  ya no puede seguir tomándoselas en serio.......”

Una vez más podemos encontrar una gran similitud entre el siguiente texto oriental y la Teoría General de Sistemas y sus propiedades de totalidad y circularidad:

“Yo sólo soy lo que soy en relación con todo lo que es, lo cual quiere decir que no existe barrera alguna entre cada cosa-evento y cada otra cosa-evento, porque cada una de ellas implica a todas las demás, del mismo modo que la totalidad las implica a todas y cada una de ellas.”

¿Y no es una vez más un ejemplo de constructivismo  la siguiente descripción de Watts?(14):

“La vida es un suceso perfecta y absolutamente carente de significado, el mero despliegue de incesantes y abigarradas vibraciones que no son ni buenas ni malas , ni correctas ni incorrectas, un despliegue que se asemeja a una mancha de Rorschach sobre la que proyectamos las fantasías de nuestra personalidad, objetivos, historia, religión, ley, ciencia, evolución o instinto básico de supervivencia, y esta proyección forma parte del mismo suceso. Por eso cualquier intento de definirla nos aboca a la banalidad del nihilismo formal que nos lleva a sacar la conclusión de que el universo es un cuento

narrado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que carece de todo significado..........”.

Diversos terapeutas sistémicos citan en sus textos las influencias orientales destacadas en este artículo, citaré algunos ejemplos:

Nardone y Watzlawick en “Terapia Breve: Filosofía y arte”(7) nos dicen “Hallamos ,en realidad, aportaciones estratégicas que todavía nos parecen modernas, por ejemplo , en el arte de persuasión de los sofistas, en la antigua práctica zen o en el libro de las 36 estratagemas de la Antigua China....”.

W. Hudson O´Hanlon y M. Weiner Davis en su texto, ya un clásico de la Terapia centrada en las Soluciones , “En busca de Soluciones”(5), citan la sentencia zen de Suzuki de que “en la mente del principiante hay muchas posibilidades, en la del experto hay pocas”, y sostienen que adoptar esta actitud en su trabajo les lleva a aprender constantemente cosas nuevas y a dejarse enseñar por sus clientes.

Resulta por otro lado familiar la idea de Suzuki de tener “una mente de no saber”, que encaja perfectamente con la actual posición de “no experto” del terapeuta muy en sintonía con postulados constructivistas y narrativos.

Haría las delicias de cualquier terapeuta centrado en soluciones la cantidad de afirmaciones basadas en los recursos de las personas contenidas en multitud de textos budistas, como el que sigue:

           “No busquéis el camino en los otros,

            en un lugar lejano,

            el camino está bajo vuestros pies”.

Sidney Rosen, en un texto acerca del mítico hipnoterapeuta Milton Erickson, ( “Mi voz irá contigo”)(10) afirma que en la década de los 50 era frecuente que diversos profesionales solicitaran los consejos de Milton en materia de hipnosis y de estados alterados de conciencia.

En esta misma década hipnotizó a Aldoux Huxley (también seducido por lo oriental) con el que colaboró en sus estudios sobre estos estados, y colaboró con la antropóloga que fuera esposa de Bateson, Margaret Mead, durante más de cuarenta años.

Erikson afirmaba que “en estado hipnótico, donde es realzado el significado de todo cuanto dice el terapeuta, cualquier relato y hasta palabras aisladas de un relato, pueden desencadenar en pequeña escala, un “satori”, el término que los adeptos al budismo zen aplican a la “iluminación”.

Carlos Amantea, autor del texto “El Lourdes de Arizona”(1), afirma que las historias de Erickson son koans zen que se suceden sin pausa.

A principios de los 60 comienza a desarrollarse lo que se denomina Movimiento del Potencial Humano, de Esalen (California). La experimentación con LSD y sus efectos terapéuticos ya conocidos por los indios de América del Norte , hacen  que los mismos Don D. Jackson , Bateson o el escritor Aldoux Huxley tengan experiencias con esta droga.

Para Jackson la experiencia con LSD parecía abrir pistas  para comprender los episodios psicóticos, y afirmaba que podía experimentarse la pérdida momentánea de la diferencia entre uno mismo y el exterior.

El escritor J. Kerouac, según relata Watts en sus memorias(14), cuenta hasta que punto Bateson estaba unido en esa época al movimiento contracultural, que durante las apasionadas discusiones entre ellos rehacían el mundo y soñaban con un gobierno ideal para EEUU en el que Gregory sería el Ministro de las Ciencias y la Cultura.

En su apasionante artículo “Narrativa, Construccionismo Social y Budismo”,(6) William D. Lax cuenta cómo Bateson acostumbraba a hablar de los inconvenientes  de vivir en un mundo del tipo “o esto o lo otro” y nos instaba a tratar  de desplazarnos  hacia otro de “tanto esto como aquello”, y éstas no eran ideas nuevas ya que el abandono de éste dualismo fue formulado por Buda hace ya 2500 años.

A través de la meditación podemos observar los movimientos cognitivos de los pensamientos, reconocer su no-permanencia y no sumergirnos en ellos, y a medida que se profundiza  en ésta práctica  empieza a producirse una fusión entre observador y observado en la que sólo acontece un flujo contínuo de fenómenos.

Y cita la frase del maestro tibetano de meditación T.Rinpoche “el budismo no dice lo que es falso o verdadero, sino que alienta a descubrirlo por uno mismo”.

Ramiro Calle en su extensa obra “La sabiduría de los grandes yoguis”(3) nos explica que el aspirante budista debe ser fundamentalmente  práctico, evitar los contrarios, no dejarse atrapar por los extremos y seguir el camino del medio...........y mediante una ética adecuada, la austeridad y el perfeccionamiento y la meditación  puede alcanzar un estado superior, el cual puede hacerse comprensible o intuible mediante ejemplos, metáforas o paradojas.

En el budismo no cabe el dogmatismo, ni el fanatismo ni la imposición, y el aspirante debe crecer a través de su propia experiencia.

La meditación se sirve de paradojas a fin de trascender los pares de opuestos y encontrar la intuición.

El budista zen medita sobre los koans y mondos, que son problemas cuya solución no puede obtenerse mediante la mente ordinaria,sino que bloquean el pensamiento conceptual............y se sirve otras técnicas como la meditación o el procedimiento dialéctico que consiste en discutir serena e imparcialmente sus puntos de vista con otras personas; los participantes deben mostrarse en todo momento objetivos y ecuánimes tratando de ponerse en la posición del adversario y de ampliar sus puntos de vista sin imponerse jamás con métodos inadecuados............

En su “Oriente y Occidente”(9) , Luis Racionero explica que para comprender porqué Oriente es concéntrico y Occidente lineal, hay que ir al fondo de su mentalidad y rastrear desde el origen como se forjó la concepción del mundo en cada cultura.

Asia  está regida por el signo del eterno retorno, de ahí su fatalismo y paciencia de unas culturas que  se cierran , autocomplacidas, sobre sí mismas.

Europa es la tierra del tiempo lineal, del viaje y del progreso, del trabajo y como origen y motor de todo, la culpa.

Sigue explicando que una de las ideas básicas de la filosofía oriental es que ”la realidad es cambio”, y los modos de ordenar el cambio universal son la armonía, la metamorfosis y la recurrencia cíclica.

La armonía, para un oriental, ya sea taoísta chino, zen japonés o hindú significa que el universo está compuesto por un conjunto de partes que se corresponden, encajan unas con otras y todas juntas se relacionan en una armonía perfecta.............en el siglo XX este pensamiento reaparece como Teoría General de Sistemas y Estructuralismo.

La cultura occidental acepta como base para explicar la naturaleza el principio de causalidad: los fenómenos del universo  y los sucesos de la vida se relacionan en una conexión lineal, ilimitada, en la que predomina el concepto de tiempo.

La filosofía china explica la naturaleza por el principio de sincronicidad, que significa que existe  una correspondencia entre los estados simultáneos de dos sistemas de fenómenos.

La hija de G. Bateson y Margaret Mead escribió un interesante libro-testimonio titulado “Como yo los veía”(2) y en él describe una vez más la influencia que el zen ejerció no sólo en la vida de su padre, sino en su propia muerte:

“En la década de los 50 hablaban del empleo del zen en la educación y en la Comunidad zen de San Francisco mi padre halló un grupo cuya epistemología unía las ideas con la acción.

Su muerte tuvo lugar a causa de un tumor pulmonar el 4 de Julio de 1980. Después de dos semanas hospitalizado fue admitido en la comunidad zen de S. Francisco. Los discípulos zen ayudaban en las tareas de cuidarlo y meditaban sentados en torno de su lecho las 24 horas del día.

No había tubos sujetos a su cuerpo, y cuando dejó de aceptar alimentos y apartó la máscara de oxígeno de su cara , no lo obligamos a usarla.

Yo estuve  durante la mayor parte de ese período. La serenidad del centro zen y las tareas repetitivas de higienizar y acomodar su gran cuerpo recalcitrante eran sedantes para el espítitu.

En el contexto de los minuciosos detalles de la atención zen , cada uno creó sus ritos de despedida.

A solas con él, en la serena oscuridad de la casa, la víspera de su muerte, cuando todavía podía estrechar una mano para reconocer la presencia de un ser querido pero ya no hablaba, le leí en voz alta los versículos que le fascinaban del libro de Job dónde Dios habla de las extrañas maravillas del mundo natural, y le mostré una flor..........pasó medio día más , su respiración se volvió más pausada, y finalmente cesó.

Cerramos sus ojos, bañamos y vestimos su cuerpo y nos turnamos para velarlo dos días más, mientras recibía visitas , y la sensación de su presencia se empezaba a desvanecer.

A los 3 días nuestros amigos zen nos llevaron al crematorio, donde cubrimos su cuerpo de flores del campo y regalos de despedida. Nuestros amigos  zen entonaron sus cánticos...........y salimos al prado a contemplar la columna de humo que se alzaba hacia el cielo.”

Como broche final solamente citar la definición del camino de la felicidad del taoísta Li-an, que puede servir como metáfora terapéutica para cualquiera de nosotros en nuestro trabajo cotidiano:

“La mayoría de las personas están vacías y se sienten mal porque usan las cosas para deleitar sus corazones, en lugar de usar sus corazones para disfrutar de las cosas”.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1- Amantea, C.,El Lourdes de Arizona, Chile: Cuatro Vientos, 1989.

2- Bateson, M.C.,Como yo los veía, Barcelona: Gedisa, 1989.

3- Calle, R.A.,La sabiduría de los grandes yoguis,Madrid: Cunillera, 1974

4- García, T y otro.,La Escuela de Palo Alto, Herder: Barcelona, 1994

5- Hudson O,Hanlon, W y otro: En busca de soluciones, Paidós: Barcelona, 1989.

6- Lax, W.D.,Narrativa, Construccionismo Social yBudismo, en Pakman, M.,Construcciones de la experiencia humana, Gedisa: Barcelona, 1998.

7- Nardone, G. Y otro., Terapia Breve: Filosofía y Arte, Herder: Barcelona, 1999.

8- Racionero, L.,Filosofías del underground, Anagrama: Barcelona, 1993.

9- Racionero, L., Oriente y Occidente, Anagrama: Barcelona, 1993.

10- Rosen, S.,Mi voz irá contigo, Paidós: Barcelona, 1991.

11- Sanchez Dragó, F., La del alba sería, Planeta.

12- Santos Nalda, J.,Zen cotidiano, Paidotribo: Barcelona, 1998.

13- Suzuki, D.T.,Vivir el zen, Kairós: Barcelona, 1995.

14- Watts, A.,Memorias, Kairós: Barcelona, 1972.

15- Watts, A., Psicoterapia del Este, Psicoterapia del Oeste, Kairós: Barcelona, 1972. 

RESUMEN ARTICULO

En el presente articulo se pretende hacer una revisión del origen de la teoría y práctica sistémica en Palo Alto y de cómo los autores pioneros tomaron contacto con las ideas orientales, (en concreto el budismo Zen)  que en aquel momento florecían en EEUU.

La hipótesis es que la influencia fúe muy importante en aquellos momentos y se hace un repaso de conceptos claves que perduran hasta el momento presente.

PALABRAS CLAVE

Zen, Sistemas, Koans, Doble vínculo, Circularidad,  Constructivismo.

SUMMARY

Presently I articulate it is sought to make a revision of the origin of the theory and systemic practice in Palo Alto and the pioneer authors took contact with the oriental ideas of how, (in short the Zen Buddhism) that flourished in USA in that moment. The hypothesis is that the influence was very important in those moments and a review of key concepts is made that last until the present moment.

KEY WORDS

Zen, Systems, Koans, Double vind, Circularity, Constructivism.

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