La psicoterapia es un proceso especial que empieza cuando una persona solicita ayuda. Es un proceso en el que tal vez se llegue a las causas originarias del problema, en el que a través de micro-descubrimientos o insight se llega a alumbrar el camino de una o varias soluciones o alternativas posibles, en el marco de la confidencialidad que da el secreto profesional.

El proceso de psicoterapia es un camino que recorren conjuntamente psicoterapeuta y paciente, jugando dos roles distintos desde el que cada uno, en distintos niveles, obtiene su propio aprendizaje . El terapeuta o experto es el que aporta teoría o conocimiento para iluminar el camino o los posibles caminos a recorrer por el paciente, al hilo del desarrollo de la terapia, durante su acompañamiento, siendo siempre el paciente el que marca la dirección.

La psicoterapia se desarrolla en una especie de laboratorio psicológico protegido, la consulta, en el que el paciente va comprobando que tiene las garantías necesarias para ser él mismo sin ningún tipo de riesgo.

En éste proceso, durante éste recorrido, teoría y vivencia se interrelacionan, se adaptan y modifican "ad hoc", siendo siempre la vivencia la que tiene la prioridad absoluta y la capacidad de llegar a modificar la teoría, como ocurre en cualquier otro campo de la ciencia. Es desde la realidad, con toda su subjetividad, desde la que se construyen las teorías que mejor nos ayudan a entendernos. Cuando una teoría se empeña en ajustar la realidad a sus preceptos, estamos ante una forma dogmática de construir la realidad, una forma muy tentadora que nos aloja en una falsa sensación de seguridad y estabilidad.

Trato de resumir diciendo que la psicoterapia es un proceso a la búsqueda de soluciones, del que resulta un mayor auto-entendimiento y maduración personal.