INFOCOP 97 / Abril - Junio 2022

INFO COP 24 juicios que se asocian a las migracio- nes, vulneraciones en los campos de refugiados, etc.), y que, sumado al trauma de abandonar su país, puede conllevar un mayor riesgo de desa- rrollar múltiples problemas, tales co- mo, depresión, ansiedad, duelo, problemas de alimentación y de sue- ño, trastorno de estrés postraumático, trastorno bipolar o esquizofrenia. El documento subraya también las secuelas psicológicas que afectan a las personas que ejercen la violen- cia, “bien por combatir en un ejér- cito regular o en otros grupos armados organizados (voluntaria o forzosamente), bien por verse abo- cadas a ejercer la violencia en ac- tos más aislados”. Asimismo, considera imprescindible señalar los efectos negativos de este tipo de conflictos bélicos en las per- sonas con problemas de salud mental, entre ellos, los siguientes: el traslado o evacuación de las personas con problemas de salud mental a zonas seguras (un aspecto que requiere la formación específica en esta área del personal que realiza el traslado y puede suponer en ocasiones una difi- cultad añadida), y las dificultades de estas personas para acceder al apoyo o tratamiento que necesitan dentro de su país, así como en los países de destino, al carecer de la “documenta- ción” necesaria o de las habilidades y recursos requeridos para acceder a estos servicios. En el caso concreto de la invasión de Ucrania, la Confederación pone de relieve la intensa y continua cobertu- ra mediática, centrada en gran medi- da, en las experiencias personales de las víctimas, y que provoca en los es- pectadores de este “horror y del su- frimiento humano”, una sensación de impotencia, incomprensión, elevando con frecuencia los niveles de estrés y ansiedad. A este respecto, recuerda que el rol de los medios de comunicación “de- be ser, como siempre, tratar de infor- mar desde el rigor y el respeto a las víctimas, tratando de evitar la expo- sición explícita y sin previo aviso de las peores consecuencias sobre las personas (imágenes de cadáveres, por ejemplo), que pueden producir un trauma en las personas que reci- ben estas escenas (pensando no solo en personas adultas, sino especial- mente en niños y niñas que les acom- pañan, sin ir más lejos, en el visionado de las noticias en la televi- sión)”. El documento finaliza con una serie de reivindicaciones de la Confedera- ción orientadas a la paz y al cuidado de la salud mental de todas las perso- nas a nivel mundial: 4 La paralización de todos los conflic- tos bélicos en activo, no solo la in- vasión de Ucrania sino también el cese de toda la violencia y la restau- ración de la paz en aquellos países que siguen en guerra y en todos aquellos territorios que estén vulne- rando los derechos humanos de la población civil a la que se expone a una situación de riesgo, pobreza y sufrimiento que precariza su salud mental. 4 La solidaridad real de los países occi- dentales en la acogida de personas re- fugiadas que huyen de las guerras en todos los territorios, sin discrimina- ción por país de origen, etnia, color de piel, sexo, edad, discapacidad, etc. 4 La puesta en marcha de servicios de atención a la salud mental para las personas en zonas de guerra y para las desplazadas de estos conflictos, de modo que estas personas puedan ser atendidas de manera urgente. 4 La disposición de recursos de apoyo públicos, gratuitos, universales y ac- cesibles a las personas con discapaci- dad que huyen de los países en conflicto. 4 El apoyo material y económico a las entidades no lucrativas y organiza- ciones sociales que realizan activida- des humanitarias y sociales en distintos contextos, para que puedan desempeñar su labor social, teniendo en cuenta siempre la atención a la sa- lud mental que debe ser “integral, con perspectiva de género, que sitúe a la persona y sus necesidades en el centro de la atención y atendiendo a las diferencias culturales de cada persona”. 4 La participación activa de las organiza- ciones sociales de la salud mental, tan- to a escala europea como española, en el diseño, despliegue y seguimiento de las políticas y estrategias públicas de acogida a personas refugiadas o en otras situaciones de protección inter- nacional, considerando la inclusión y accesibilidad, todo ello, desde un en- foque de derechos humanos. 4 Un tratamiento mediático responsable que no relacione a genocidas, bandas terroristas y/o líderes políticos, ni sus actitudes, con un malestar de salud mental. A este respecto, la Confedera- ción se muestra tajante: “apelar a estos problemas de salud no solo justifica las acciones de violencia perpetradas si no que estigmatiza gravemente a las per- sonas que verdaderamente están su- friendo un problema de salud mental que no han elegido y que lo viven sin hacer daño a nadie.” Se puede acceder al documento aquí La salud mental en los conflictos béli- cos ACTUALIDAD

RkJQdWJsaXNoZXIy NDY3NTY=