ROBERTO SECADES: ¿Qué balance hace de Psicothemadespués
de estos diez años de existencia? JOSÉ MUÑIZ: Creo
que el balance es claramente positivo. Hemos ido mejorando año a año
hasta obtener una publicación que consideramos de bastante calidad.
RS: ¿Cómo se mide la calidad de una publicación
científica?
JM: Hay muchos parámetros para medirla. Uno de
ellos es que figure en las principales bases de datos internacionales. Para
ello, hay que cumplir unos requisitos tanto formales como científicos.
Si no se cumplen, las bases de datos no admiten la revista. Éste es un
primer factor para evaluar la calidad. Naturalmente, se manejan otros muchos.
RS: Las revistas españolas no suelen entrar en
las bases de datos internacionales, ¿por qué motivo?
JM: En España tenemos revistas de alta calidad
científica, acordes con la psicología que se hace en nuestro país,
que hay que decir, sin ningún complejo, que es puntera en Europa. Si
estas revistas no entran en algunas bases de datos no es por su baja calidad
científica, sino porque no se ajustan a los rigurosos requisitos formales
que éstas imponen. Por ejemplo, una periodicidad rigurosa, es decir,
que la edición salga a la calle en las fechas anunciadas y no un mes
o varios después. Si esto tan elemental ya no se cumple, es muy difícil
que sea admitida en cualquier base de datos. Aunque, por supuesto, eso es sólo
un requisito previo. En España se publican más de cien revistas
de Psicología, y sólo dos de ellas, Psicothemay Psicología
Conductual, están en las listas de Factor de Im pactoque elabora el Institute
for Scientific Information.
RS: ¿Cómo se elabora el Factor de Impacto?
JM: Este indicador, que es el más utilizado para
evaluar la calidad de las revistas, se elabora, básicamente, en función
del número de citas que reciben los artículos publicados por una
revista. Cuantas más citas tiene la publicación, mayor es el impacto.
La revista de psicología con mayor impacto es Behavioral and Brain Sciences.
RS: ¿No son cien revistas demasiadas para el mercado
español?
JM: No hay que olvidarse del ámbito iberoamericano.
El problema no es que haya muchas; lo importante sería que hubiera un
pequeño núcleo de ellas de alta calidad. En este sentido, creo
que el campo de las publicaciones no está saturado de buenas revistas.
Un obstáculo evidente es el problema del idioma, ya que en ciencia, lo
que no está en inglés, apenas se lee. Sin embargo, la psicología
española está en un momento muy productivo y conviene darlo a
conocer en nuestra propia lengua.
RS: ¿Cómo se podría mejorar la calidad
de las publicaciones?
JM: Ya se están dando algunos pasos en esta dirección.
Recientemente, los directores de las revistas del Colegio Oficial de Psicólogos
(COP) hemos celebrado una reunión en Madrid en la que un experto del
Centro de Documentación (CINDOC) del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas expuso los problemas fundamentales de las publicaciones científicas
y, en concreto, del campo de la Psicología. A pesar de que en Psicología
existen problemas, dentro de las Ciencias Sociales, es la disciplina en la que,
con diferencia, sus publicaciones se ajustan mejor a los parámetros internacionales.
RS: Psicothema publica en castellano. ¿Sería
necesario dar a conocer también la psicología española
en inglés?
JM: Publicamos en castellano la mayoría de los
trabajos, pero también aceptamos algunos en inglés. Lo habitual
en la mayoría de los países es publicar en el idioma autóctono
y tener algún órgano de expresión también en inglés.
En esa línea puede interpretarse la reciente aparición de la revista
Psychology in Spain, publicada por el COP, The Spanish Journal of
Psychology, que edita la Universidad Complutense, así como la excelente
labor que lleva a cabo European Journal of Psychological Assessment, que dirigen
Rocío Fernández Ballesteros y Fernando Silva.
RS: ¿Están las publicaciones españolas
de Psicología en sintonía con el mundo profesional?
JM: Psicothema siempre ha pretendido una colaboración
estrecha entre la Psicología académica y la profesional, no en
vano está editada por la Delegación de Asturias del COP y por
la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo. Ésta es
la fórmula que nos parece más interesante para mostrar una producción
científica que no sea sólo de contenido académico y esté
muy vinculada al mundo profesional.
RS: ¿Los contenidos de Psicothema tienen que ver con
este interés por el contacto con el mundo profesional?
JM: Así es, tratamos de recoger trabajos de todas
las áreas de la Psicología. Pero, tampoco es una revista meramente
profesional, ya que trata de combinar la investigación básica
con la aplicada. Ésta es una característica que nos diferencia
de otras publicaciones que, en su mayoría, suelen ser más sectoriales,
especializándose en algún campo.
RS: ¿Cuál es la dificultad más importante
para sacar adelante un proyecto editorial como Psicothema?
JM: Al margen de la carga de trabajo que supone, el
problema fundamental es el económico. Publicar resulta muy caro y es
difícil encontrar financiación. Por eso, para mantener la revista
es importante el respaldo y el compromiso del COP y de la Universidad de Oviedo,
además de otras instituciones colaboradoras, aunque nuestra aspiración
final es que se autofinancie.
RS: ¿Cómo se decide si un artículo sale
publicado o es rechazado?
JM: Nosotros utilizamos el sistema de revisores. Cada
artículo se envía a dos revisores que desconocen quienes son los
autores. En función de sus respuestas se toma la decisión acerca
de su publicación.
RS: ¿Qué ocurre si no coinciden las opiniones
de los revisores? JM: Aunque con matices, el porcentaje de coincidencias es
muy elevado, lo que indica que la fiabilidad interjueces es razonable. No obstante,
en caso de discrepancias claras se envía a un tercero y con todos los
datos se toma una decisión. Este sistema es el más utilizado,
y aunque no es perfecto, seguramente es el mejor de los posibles.
RS: ¿Cual sería la alternativa?
JM: En algunas revistas se opta por el criterio de un
pequeño comité científico. El problema es que en un comité
científico reducido es muy difícil que haya expertos para valorar
todos los contenidos posibles. Además, puede convertirse en una capillita,
perdiéndose la objetividad que debe presidir todo el proceso.
RS: ¿Qué porcentaje de artículos se rechazan?
JM: En torno al cincuenta por ciento. No resulta agradable
rechazar un trabajo, pero no queda otro remedio. Los autores tienen que entender
que hay que respetar las opiniones de los revisores y que ésas son las
reglas del juego en todo el mundo.
RS: ¿Qué puede decir acerca del futuro más
próximo de Psicothema?
JM: El principal reto es seguir publicándola,
que no es poco. De momento editamos tres números al año, que suponen
unos sesenta artículos, pero nuestra intención es pasar en el
futuro a cuatro al año, pues tenemos un importante volumen de originales
de buena calidad que los revisores no rechazan y que nos resulta difícil
publicar.
RS: ¿El buen nivel de los originales es reflejo de la
calidad de la psicología española? JM: Sin duda es un indicador
de la calidad de nuestros profesionales y de nuestros investigadores. También
refleja de forma indirecta el buen nivel de las Facultades de Psicología,
aunque queden aspectos por mejorar, como no podría ser de otro modo.
En este sentido, una vez consolidadas las Facultades como lo están, todas
las energías deberían canalizarse en mejorar la calidad de la
docencia y de la investigación.
RS: ¿Y cómo se pueden mejorar?
JM: No hay ninguna fórmula mágica, que
yo sepa. Se trata de hacer converger mejoras en la formación del profesorado,
en las instalaciones, laboratorios, etc. En algunas universidades el número
de estudiantes de Psicología es excesivo en relación con una buena
calidad de enseñanza y las demandas del mercado. En ese sentido, en Oviedo
no nos podemos quejar, pues sólo se admiten cien estudiantes por año,
lo que redunda en la calidad de la docencia.
RS: Por último, ¿qué opina de la incursión
de las revistas científicas en soporte electrónico?
JM: A corto y medio plazo no parece que vayan a sustituir
a las de papel, ya que todavía tienen muchos problemas que no están
bien resueltos. Es una situación similar a la que ocurre con el libro,
que a pesar del avance de las nuevas tecnologías sigue siendo insustituible.
Entre otras razones, porque puedes meterlo en el bolsillo y llevarlo a cualquier
parte, la cama incluida. Para que una tecnología se imponga claramente
sobre otra debe ofrecer ventajas incuestionables y, hoy por hoy, las revistas
electrónicas están lejos de ello en relación con las de
papel.