Paz Martínez: ¿Podría decirnos por favor cuáles
serán los temas de los que hablará en el próximo 9º Congreso
Europeo de Psicología que se celebrará en Granada?
Larry Beutler: Presentaré y discutiremos el informe
de un grupo de trabajo convocado conjuntamente por la Sociedad de Psicología
Clínica (División 12 de la APA) y la Sociedad Norteamericana para
la investigación de la Psicoterapia cuya tarea ha sido la de trasladar
el conocimiento obtenido de las investigaciones sobre tratamientos eficaces
a principios que puedan ser usados por el profesional clínico para múltiples
perspectivas teóricas. Estos principios abordan conceptos que tienen
que ver con las características del paciente, del terapeuta, el rol de
los factores relacionales y la construcción de los procedimientos del
tratamiento para adaptarse a pacientes individuales. Estos principios abordan
independientemente, los problemas de depresión, ansiedad, uso de sustancias
y desórdenes de personalidad.
P.M: ¿Cuáles son las principales líneas de
investigación sobre este tema?
L.B: Hay muchos estudios que se han centrado en definir
modelos de tratamiento que funcionan y otros que se han centrado en el rol de
los participantes (paciente y terapeuta) y su relación, pero pocos han
tratado realmente la interacción entre participantes, relaciones y tratamientos.
El trabajo actual es tender un puente entre esas líneas tan separadas
de investigación.
P.M: Usted habla de dos teorías o dos puntos de
vista diferentes para definir una psicoterapia eficaz, ¿puede resumirlas brevemente?
L.B: Una primera visión se centra en la definición
de "Tratamientos empíricamente validados" (en adelante EST1)
esto es: manuales y modelos de tratamiento que empíricamente demuestran
su eficacia. La otra visión considera que la anterior depende demasiado
de los procedimientos que pueden aplicarse y de las teorías del cambio
y que sin embargo, no presta la suficiente atención a la relación
que se crea entre el paciente y su terapeuta. Esta última visión
sostiene que todos los modelos de tratamiento producen esencialmente resultados
equivalentes. Esta perspectiva es conocida con frecuencia con el nombre de "Dodo
bird" y considera que el resultado eficaz de un tratamiento es independiente
del tratamiento en sí, confiando más en los atributos personales
del paciente y del terapeuta.
El informe del grupo de trabajo que presentaré en el
Congreso, pone el énfasis en que ambos puntos de vista son demasiado
limitados para lograr una psicoterapia eficaz.
Los estudios de EST asumen demasiado rápido que todos
los pacientes en un grupo de diagnóstico dado son equivalentes, mientras
que los seguidores de la teoría del "Dodo bird" suponen demasiado
rápido que los procedimientos no funcionan con los pacientes individuales.
Es por ello que el grupo de trabajo intenta integrar estos puntos de vista alrededor
de los principios del cambio que pueden dirigir al psicólogo clínico
en su trabajo.
P.M: ¿Y lo que usted ha intentado es extraer lo mejor de
cada teoría y establecer un nexo de unión entre ambas?. ¿Se trata
de un enfoque más integrador?
L.B: Sí, eso es bastante correcto. Mi visión
personal, que es paralela a la del grupo de trabajo, trata de definir los factores
que contribuyen al cambio, sin que importe la teoría o el campo del que
proceden (Ej., enfoques relacionales, basados en las características
personales, ambientales, etc.). Desde estas relaciones, se definen los principios
del cambio por tipos de problemas o por ser específicos de tipos de problemas
o también por modelos teóricos de intervención. Creo que
alcanzaremos niveles óptimos en el tratamiento cuando miremos más
específicamente a nuestros pacientes y nuestras intervenciones más
que si nos centramos en hacer grupos de diagnóstico, manuales y modelos
teóricos.
P.M: Resumiendo un poco, desde su punto de vista ¿qué
es lo que constituye una psicoterapia eficaz?
L.B: Los principios que funcionan pueden ser de tres
tipos: (1) los que definen a pacientes que tienen mucha probabilidad de beneficiarse
del tratamiento en las variables todo-pronósticas; (2) principios que
identifican el nivel del cuidado que es ventajoso para un paciente dado: intensidad,
encuadre, etc. y (3) principios que definen los indicadores y los contra-indicadores
para el uso diferenciado de clases de procedimientos. Las clases de procedimientos
son definidas por su utilidad para implementar las estrategias de intervención.
Definido de esta manera, el uso de clases de procedimientos es guiado por los
principios que ofrecen una dirección más específica que
los modelos del tratamiento y que permiten usos más flexibles.
P.M: Su conferencia tiene un título muy especial
y enigmático: "regreso a nuestros orígenes búsqueda
de principios básicos de cambio y su aplicación a la psicoterapia",
¿realmente estamos regresando a nuestros orígenes?, ¿en qué sentido?
L.B: La Psicología comenzó con un esfuerzo
de definir principios comunes y estables del comportamiento. Nos hemos pasado
posteriormente a campos cada vez más específicos e idiosincrásicos
del conocimiento. En realidad, el movimiento de desarrollar principios del cambio
en relación a la psicoterapia, es un esfuerzo de volver al punto donde
teníamos principios comunes que gobernaban el comportamiento.
P.M: Según usted, ¿Cuál es el papel del psicólogo
en la psicoterapia a nivel de investigación y de trabajo terapéutico?
L.B: Los profesionales de la clínica deben ser
sensibles a los resultados de la investigación, pero también los
resultados de la investigación se deben traducir de forma útil
para los clínicos. Las investigaciones que desarrollan los manuales de
tratamiento basados en diferentes modelos exigen demasiado a los clínicos
y en cambio no toman seriamente en consideración sus habilidades creativas
y su experiencia. Los principios del cambio que se fundan en la ciencia, se
pueden aplicar de muchas maneras diferentes. Tanto en cuanto un profesional
de la clínica siga los principios, la técnica específica
usada o las observaciones clínicas hechas pueden variar de persona a
persona dependiendo de su inclinación y su grado de experiencia, pero
deberían ser eficaces.
P.M: ¿Cuáles son los próximos retos de futuro?
L.B: Todavía tenemos que hacer frente al desafío
de definir relaciones entre las variables que son traducibles para la práctica
clínica, formar a los profesionales en el uso de esos principios y reducir
la desconfianza en la mala calidad de las observaciones personalizadas. La formación
y la integridad de la práctica siguen siendo los desafíos más
grandes.
P.M: ¿Podría añadir alguna otra cuestión
que pueda interesar a los psicólogos españoles?
L.B: Los sistemas para determinar los factores de los
pacientes que dirigen el uso de estos principios se han traducido al español
y se pueden usar por los psicólogos españoles. Estos principios
pueden sufrir alguna variación de cultura a cultura, pero generalmente,
hemos encontrado que siguen los mismos patrones generales. Es decir, hay una
oportunidad para que los psicólogos españoles se beneficien directamente
de la investigación hecha en gran parte en los Estados Unidos sobre la
definición de principios y puedan mejorar la eficacia de su práctica
clínica.
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