Coincidiendo con el final de este año, el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos celebra sus primeras elecciones para Junta de Gobierno y se dan los pasos necesarios para disolver formalmente la anterior estructura colegial, representada por el Colegio Oficial de Psicólogos y la Junta Gestora que guió los primeros pasos del Consejo General de Colegios. Este es el resultado de un largo camino iniciado hace ya más de 10 años.

Desde el principio, las Juntas de Gobierno que he presidido han tenido como objetivo adecuar la estructura colegial al nuevo mapa geográfico y político constituido por la descentralización autonómica del Estado. Desde la Junta de Gobierno del COP se ha animado y ayudado a la creación de los Colegios Autonómicos, a la vez que se buscaba la constitución del Consejo General que agrupe a todos los Colegios Oficiales de Psicólogos. Los diversos colegios se fueron creando en función de los ritmos particulares de cada gobierno autonómico, y el Consejo, creado en el 2005, ha visto publicados sus Estatutos provisionales en el BOE, con fecha 28 de julio de 2006. Queda el paso de elaborar unos Estatutos definitivos para que se pueda considerar que la estructura esencial de la Organización Colegial de la Psicología en España está completamente constituida.

Aún queda mucho que hacer. Una vez que ya se ha establecido la matriz básica de la estructura colegial, debemos encarar el desarrollo y constitución de las Divisiones profesionales con más ahínco, así como mejorar y potenciar los servicios que los colegios delegan en el Consejo por las ventajas que se obtienen de trabajar dentro de una escala mayor, todo ello sin olvidar el desempeño eficaz de las competencias que los Estatutos dan al Consejo dentro de la Organización colegial. Para hacer todo esto, dentro de un marco legislativo cambiante con amenazas y oportunidades para la implantación y desarrollo futuros de nuestra profesión, se necesitará mucho trabajo y una gran labor de consenso y unión entre todos los psicólogos. La única candidatura a Junta de Gobierno que se ha presentado hasta ahora, nace con esta vocación de consenso y con muchas ganas de trabajo. Le espera una etapa que anuncia profundos cambios tanto en la enseñanza como en el ejercicio profesional de la Psicología, dentro de un contexto estatal en constante mutación.

Un ejemplo de lo que acabo de decir, es que la Orden Ministerial que modifica el Real Decreto de Autorización de Centros Sanitarios, por la que se permite la creación de Unidades regentadas por Licenciados en Psicología, que reúnan ciertas condiciones, ya está en vías de entrar en vigor en casi todas las Comunidades Autónomas. Esta Orden Ministerial fue fruto tanto de las reclamaciones colegiales y universitarias, como de la reflexión interna de los grupos de trabajo que constituyó el Ministerio para analizar los problemas que la LOPS y los Reales Decretos de Autorización de Centros Sanitarios causaron a la Psicología profesional. En su momento, el Consejo expresó sus reservas sobre la idoneidad de la solución legal adoptada por el Ministerio de Sanidad, tanto por razones de fondo como de forma. Sin embargo, una vez publicada la norma, los Colegios Oficiales de Psicólogos mantendrán una postura colaboradora y de apoyo a las autoridades sanitarias autonómicas para que la citada disposición legal pueda ser aplicada con el máximo de eficiencia y justicia. Lamentablemente, hemos tenido noticia de que el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ha recurrido ante el Tribunal Supremo la citada Orden, por lo que se crea una situación de incertidumbre que no es buena ni para los administrados ni los administradores. Esperemos que el Ministerio de Sanidad tenga argumentos sólidos para mantener su posición. Pero, en el caso de que la Justicia diera la razón a los recurrentes, no podemos esperar menos que el Ministerio rectifique y de una pronta solución legal adecuada al problema planteado.

En otro ámbito, el pasado 30 de noviembre, el Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, también llamada Ley de la Dependencia. Esta Ley marca un hito histórico ya que es un pilar esencial para el desarrollo del Estado del Bienestar. La norma nace, como dice el titular de un artículo de este número de Infocop, con "poca Psicología", en abierto desacuerdo con las aportaciones que nuestra profesión ha hecho a la prevención, evaluación y tratamiento de la dependencia, y completamente de espaldas a la realidad profesional de que la Psicología en el ámbito de los Servicios Sociales. Su texto definitivo no ha recogido todas las sugerencias que el Consejo General ha ido formulando mediante diversos escritos e informes a los grupos parlamentarios. Pero hay que reconocer que la Ley es un marco general y que gran parte del trabajo deberá realizarse en su desarrollo posterior, tanto en lo que se refiere a la confección del baremo como a la aplicación específica que se haga en cada Comunidad Autónoma. El Consejo seguirá trabajando en el análisis de la norma y colaborará con las autoridades autonómicas competentes para que su aplicación se haga de acuerdo con los más altos estándares técnicos que garanticen la justicia e igualdad.

Francisco Santolaya Ochando
Presidente Comisión Gestora del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos
Decano-Presidente Colegio Oficial de Psicólogos