Consejo General de la Psicología
La Comisión de Test fue creada por el COP en 1995 para tratar de promocionar y potenciar el uso adecuado de los test en nuestro país. Para llevar a cabo esta difícil y necesaria tarea la Comisión de Test del COP funciona de forma coordinada con otros grupos de trabajo internacionales con fines similares, tales como la Task Force sobre test de la EFPA, o la International Test Commission (ITC). Puesto que mejorar el uso de una tecnología tan importante para los psicólogos como son los test debe de ser tarea de todos los profesionales, cualquier sugerencia que se haga llegar a la comisión será bienvenida.
La Comisión de Test lleva a cabo diferentes actividades y proyectos encaminados a velar por la calidad y el buen uso de los test. Además de impulsar algunos cursos de formación, la mayoría de proyectos están destinados a la divulgación de información relevante, como los códigos éticos y profesionales en materia de test, la propuesta de códigos de buenas prácticas en el uso de los test, la traducción de directrices y recomendaciones internacionales existentes, o la evaluación de la calidad y características de los test disponibles en el mercado.
A través de esta página web se puede acceder a los distintos proyectos de la comisión y a publicaciones relevantes relacionadas con las actividades realizadas.
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2020 |
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2015 |
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2014 |
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2013 |
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2012 |
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WISC-IV | Escala de inteligencia de Wechsler para niños-IV |
MMPI-2-RF |
Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota-2 Reestructurado |
16PF-5 | |
PROLEC-R | |
EFAI | |
NEO PI-R | |
EVALUA | |
IGF |
1. Evitar errores al puntuar y registrar los resultados
2. Abstenerse de etiquetar a las personas con términos despectivos basándose en las puntuaciones de los test
3. Mantener la seguridad de las plantillas y resto de materiales
4. Asegurarse que todos los examinandos siguen las instrucciones
5. Aplicar los test en unas condiciones que permitan a los examinados un rendimiento óptimo
6. Abstenerse de entrenar a las personas en los ítems del test
7. Estar dispuesto a interpretar las puntuaciones y aconsejar a los examinados en sesiones diseñadas para ello
8. No hacer fotocopias del material psicotécnico
9. Abstenerse de utilizar hojas de respuesta caseras que pueden no ajustase con precisión a la plantilla
10. Establecer una buena relación con los examinados
11. Abstenerse de responder preguntas de los examinados con mayor detalle que lo permitido por el manual del test
12. No asumir que una norma para un trabajo vale sin más para otro diferente, y no asumir que las normas válidas para un grupo son automáticamente aplicables a otro distinto.
Adaptado de: Moreland, K.L., Eyde, L.D., Robertson, G.J., Primoff, E.S. y Most, R.B. (1995). Assessment of test user qualifications. American Psychologist, 5, 14-23.
1. Evaluación, Diagnóstico e Intervenciones en un contexto profesional
a. Los psicólogos únicamente llevan a cabo evaluaciones, diagnósticos o intervenciones dentro del contexto de una relación profesional definida.
b. Las evaluaciones de los psicólogos, recomendaciones, informes y diagnósticos o apreciaciones valorativas, se basan en información y técnicas (incluyendo entrevistas personales cuando sea conveniente) suficientes para proporcionar una fundamentación adecuada de sus hallazgos.
2. Competencia y uso apropiado de evaluaciones e intervenciones
a. Los psicólogos que elaboran, aplican, puntúan, interpretan, o usan técnicas de evaluación psicológica, entrevistas, test, u otros instrumentos, lo hacen de modo que tanto el proceder como los fines perseguidos son apropiados de acuerdo con la investigación y los datos existentes acerca de la utilidad y pertinencia de las técnicas.
b. Los psicólogos se abstienen del uso inapropiado de técnicas de evaluación, intervenciones, resultados e interpretaciones, y toman medidas razonables para evitar que otros usen inadecuadamente la información proporcionada por estas técnicas. Esto incluye el abstenerse de facilitar las puntuaciones de los test u otros datos a personas, ajenas a los pacientes o clientes, no cualificadas para utilizar dicha información.
3. Construcción de test
Los psicólogos que construyen y realizan investigación con test y otras técnicas de evaluación, utilizan procedimientos científicos y conocimientos profesionales actualizados para el diseño de los test, estandarización, validación, reducción o eliminación del sesgo, y recomendaciones de uso.
4. Uso de la evaluación en general y con poblaciones especiales
a. Los psicólogos que llevan a cabo intervenciones o aplican, puntúan, interpretan, o utilizan técnicas de evaluación, conocen la fiabilidad, validez, los estudios sobre la estandarización y los resultados, aplicaciones adecuadas y usos de las técnicas que manejan.
b. Los psicólogos son conscientes de los límites de la certidumbre con la que pueden hacerse los diagnósticos, juicios y predicciones acerca de las personas.
c. Los psicólogos intentan identificar las situaciones en las cuales determinadas intervenciones, técnicas de evaluación, o normativas pueden no ser aplicables, o pueden requerir un ajuste en la aplicación o interpretación, debido a características de la persona tales como el género, edad, raza, etnia, nacionalidad, religión, orientación sexual, discapacidad, idioma o estatus socioeconómico.
5. Interpretación de los resultados de la evaluación
Al interpretar los resultados de la evaluación, incluidas las interpretaciones automatizadas, los psicólogos tienen en cuenta los distintos aspectos del test y características de la persona evaluada que pueden afectar los juicios del psicólogo o reducir la precisión de sus interpretaciones. Han de indicar cualquier reserva significativa que tengan acerca de la precisión o limitaciones de sus interpretaciones.
6. Personas no cualificadas
Los psicólogos no promueven el uso de técnicas de evaluación psicológica por parte de personas no cualificadas.
7. Test obsoletos y resultados desfasados de los test
a. Los psicólogos no basan sus evaluaciones, decisiones sobre la intervención, o recomendaciones, en datos o resultados de los test que están desfasados en relación con los objetivos perseguidos en la actualidad.
b. Del mismo modo, los psicólogos no basan sus decisiones o recomendaciones en medidas y test obsoletos, inapropiados para los objetivos actuales.
8. Servicios de calificación e interpretación
a. Los psicólogos que ofrecen procedimientos de calificación o evaluación a otros profesionales describen con precisión la finalidad, normas, validez, fiabilidad y aplicaciones de los procedimientos, así como cualquier cualificación especial aplicable a su uso.
b. Los psicólogos eligen los servicios de calificación e interpretación (incluidos los servicios automatizados) basándose en los datos sobre la validez del programa y procedimientos, así como en otras consideraciones pertinentes.
c. Los psicólogos mantienen la responsabilidad de la aplicación adecuada, la interpretación y el uso de los instrumentos de evaluación, tanto si son ellos mismos los que puntúan e interpretan los test, como si utilizan servicios automatizados u otros para hacerlo.
9. Explicación de los resultados de la evaluación
Al menos que se informe claramente con antelación a la persona evaluada que la evaluación excluye cualquier tipo de explicación de los resultados (como ocurre con algunas situaciones de consejo organizacional, o ciertas evaluaciones de preempleo, seguridad, o del ámbito jurídico), los psicólogos han de garantizar que se proporcione una explicación de los resultados, utilizando un lenguaje que pueda entender la persona evaluada, u otra persona legalmente autorizada por el cliente. Independientemente de que la puntuación e interpretación sean hechas por el propio psicólogo, por ayudantes, o por medio de servicios automatizados u otros servicios externos, los psicólogos toman las medidas necesarias para asegurar que se proporcionan explicaciones apropiadas de los resultados.
10. Mantenimiento de la seguridad de los test
Los psicólogos se esfuerzan para mantener la integridad y seguridad de los test y otras técnicas de evaluación, de acuerdo con la ley y las obligaciones contractuales, y de tal modo que le permita cumplir con los requerimientos del código ético.
Tomados del Código Ético de la APA: American Psychological Association (1992). Ethical principles of psychologists and code of conduct. American Psychologist, 47, 1597-1611.
Este Código es aplicable a cualquier tipo de evaluación que tenga lugar en el proceso educativo, incluyendo todo tipo de técnicas, tradicionales o alternativas, utilizadas a la hora de recoger información para la toma de decisiones en el ámbito educativo. El Código tiene una finalidad eminentemente instructiva, informando y recordando a todos aquéllos que están implicados en la evaluación educativa su obligación de proceder de forma íntegra a la hora de desarrollar, utilizar, evaluar y promocionar las evaluaciones educativas. Por otra parte, cabe esperar que el Código estimule la discusión sobre qué constituye una evaluación educativa profesionalmente responsable en los distintos niveles del sistema educativo.
Además de establecer unas responsabilidades generales, el Código enumera las responsabilidades profesionales en ocho grandes áreas de la evaluación educativa:
1. Desarrollo de evaluaciones.
2. Promoción y venta de productos y servicios de evaluación.
3. Elección de productos y servicios evaluativos.
4. Aplicación.
5. Puntuación.
6. Interpretación, uso y comunicación de los resultados.
7. Enseñanzas sobre evaluación.
8. Evaluación de programas e investigación.
Responsabilidades Generales
Los profesionales que desarrollan su actividad en el ámbito de la evaluación educativa deberán:
1. Proteger la salud y seguridad de las personas evaluadas.
2. Actuar de acuerdo con la legislación vigente sobre actividades profesionales.
3. Mantenerse al día y mejorar su competencia profesional en evaluación educativa.
4. Prestar servicios de evaluación sólo en las áreas de su competencia y experiencia, proporcionado una información completa de sus cualificaciones profesionales.
5. Promover la comprensión de métodos de evaluación educativa adecuados.
6. Proceder siempre según las normas deontológicas y promover las conductas profesionales responsables dentro de las instituciones educativas y de cualquier otra organización que proporcione servicios educativos.
7. Llevar a cabo todas las actividades profesionales de forma honesta, íntegra y objetiva.
1. Responsabilidades de quienes desarrollan productos y servicios de evaluación
Quienes elaboran cualquier tipo de producto o servicio de evaluación, tales como los profesores u otros especialistas, tienen la responsabilidad profesional de esforzarse para obtener evaluaciones que sean de la máxima calidad. Las personas que elaboran cualquier tipo de producto o servicio evaluativo tienen la responsabilidad profesional de:
1.1. Asegurarse de que los productos y servicios evaluativos se han elaborado según los estándares profesionales, técnicos y legales.
1.2. Elaborar productos y servicios evaluativos que estén libres de sesgo respecto de variables ajenas al constructo medido, tales como género, etnia, raza, nivel socioeconómico, discapacidades, religión, edad, o nacionalidad.
1.3. Prever los ajustes necesarios para evaluar a personas con discapacidades y otras necesidades especiales.
1.4. Hacer saber a quien proceda cualquier conflicto de interés real o potencial que pueda influir en la actuación de quienes desarrollan productos o servicios de evaluación.
1.5. Utilizar materiales de evaluación originales, con el copyright correspondiente, de acuerdo con la legislación vigente.
1.6. Poner toda la información relevante a disposición de las personas adecuadas, incluyendo datos actualizados sobre la fiabilidad, validez, puntuación, elaboración de informes, y cualquier otra característica de interés para la evaluación.
1.7. Proteger el derecho a la privacidad de las personas evaluadas.
1.8. Prevenir a los usuarios en un lenguaje claro y directo contra de las malinterpretaciones más habituales de los datos obtenidos en el proceso de evaluación.
1.9. Evitar afirmaciones falsas o injustificadas en los materiales y documentación utilizados acerca de la evaluación o su interpretación y uso.
1.10. Corregir inmediatamente cualquier imprecisión relevante que se detecte en la evaluación o los materiales utilizados.
1.11. Elaborar informes y materiales de soporte que ayuden a comprender los resultados de la evaluación.
2. Responsabilidades de quienes promocionan y venden productos y servicios de evaluación
Las personas que promocionan y venden productos y servicios de evaluación tienen la responsabilidad profesional de:
2.1. Proporcionar información precisa a los compradores potenciales sobre los productos y servicios evaluativos, sus usos más recomendables y sus limitaciones.
2.2. No retener a sabiendas información relevante sobre los productos y servicios evaluativos que pueda condicionar la decisión a la hora de elegirlos.
2.3. Todas las afirmaciones acerca de los productos y servicios evaluativos deben de basarse en interpretaciones válidas de información pública disponible.
2.4. Permitir igualdad de oportunidades a los usuarios cualificados para comprar los productos y servicios de evaluación.
2.5. Establecer unos precios razonables para los productos y servicios evaluativos.
2.6. Antes de su compra o uso comunicar a los usuarios potenciales todas las tarifas aplicables de los productos y servicios de evaluación.
2.7. Asegurarse de que no limitan las oportunidades de algunas personas debido a su incapacidad para pagar el precio de los productos y servicios evaluativos.
2.8. Limitar la venta de los productos y servicios evaluativos a profesionales convenientemente cualificados, de los cuales cabe esperar unos usos e interpretaciones adecuados.
2.9. Informar a los potenciales usuarios sobre los usos inadecuados más conocidos de los productos y servicios evaluativos, y proporcionarles la información pertinente acerca de como evitarlos.
2.10. Mantenerse al día acerca de los productos y servicios de evaluación y de su uso adecuado en el ámbito educativo.
2.11. No hacer pública información o productos y servicios evaluativos con el aval de usuarios sin tener su aprobación explícita.
2.12. No hacer público que determinados productos y servicios evaluativos han sido respaldados por otras organizaciones al menos que se tenga una certificación oficial del respaldo.
2.13. No promocionar productos o servicios relativos a la preparación para los test que puedan inducir a que las personas reciban puntuaciones no acordes con sus verdaderos niveles de ejecución.
3. Responsabilidades de quienes eligen los productos y servicios de evaluación
Las personas que eligen, o aconsejan en la elección, de productos y servicios de evaluación para ser utilizados en ámbitos educativos, tienen la responsabilidad profesional de:
3.1. Llevar a cabo una revisión y evaluación exhaustivas de los sistemas e instrumentos de evaluación disponibles que podrían ser válidos para los objetivos planteados.
3.2. Recomendar y/o seleccionar evaluaciones basándose en informaciones y datos sobre su calidad técnica y utilidad públicamente disponibles.
3.3. Hacer pública cualquier relación o afiliación que puedan tener con los autores, editores de test, u otras instancias implicadas en la evaluación que se esté considerando para comprar; abstenerse de participar en el proceso si estas relaciones pueden afectar la objetividad del proceso selectivo.
3.4. Informar a quienes toman las decisiones y a los posibles usuarios de lo apropiado de la evaluación en relación con los objetivos perseguidos, posibles consecuencias derivadas de su uso, protección de los derechos de las personas evaluadas, gastos implicados, materiales y servicios que se necesitan para llevar a cabo la evaluación, y limitaciones de la evaluación, incluyendo potenciales usos e interpretaciones inadecuados de la información obtenida en la evaluación.
3.5. Oponerse al uso de cualquier tipo de evaluación que permita la posibilidad de ser utilizado de forma incorrecta con los miembros de algún grupo, bien sea por razones de raza, etnia, género, edad, discapacidad, lenguaje, nivel socioeconómico, religión o nacionalidad.
3.6. Cumplir a rajatabla con todas las condiciones de seguridad que acompañan la revisión de las evaluaciones.
3.7. Hacer público de forma inmediata cualquier intento que se detecte de ejercer una influencia indebida en el proceso de selección de las técnicas y servicios de evaluación.
3.8. Evitar el recomendar, comprar, o usar sistemas de preparación para los test que puedan llevar a las personas a obtener puntuaciones que no respondan a su verdadero nivel en el constructo evaluado.
4. Responsabilidades de quienes realizan las evaluaciones
Las personas que preparan a otras para la evaluación, así como quienes la llevan a cabo, tales como profesores, administradores, personal auxiliar, etc., tienen la responsabilidad de:
4.1. Informar a los examinados acerca de la evaluación antes de aplicársela, haciéndoles saber los objetivos, usos y consecuencias, cómo se juzgará y puntuará la información obtenida en la evaluación, cómo se archivarán los resultados, quién tendrá acceso a los resultados, y cómo se distribuirán los resultados. También se les pondrá al corriente de sus derechos antes, durante y después de la evaluación.
4.2. Aplicar únicamente aquellos tipos de evaluaciones para los cuales se está cualificado, de acuerdo con la formación, entrenamiento y titulación recibidos.
4.3. Tomar las precauciones de seguridad pertinentes antes, durante y después de la aplicación de la evaluación.
4.4. Comprender los procedimientos a seguir para llevar a cabo la evaluación antes de su aplicación.
4.5. Aplicar las evaluaciones estandarizadas de acuerdo con los procedimientos y condiciones prescritas, notificando a quien corresponda si ocurriese alguna circunstancia que no se ajuste a dichas condiciones estándar.
4.6. No excluir de la evaluación a ningún estudiante que tenga derecho a ella.
4.7. Evitar cualquier circunstancia en el proceso de evaluación que pueda invalidar los resultados.
4.8. Permitir y documentar todos los ajustes admisibles para la aplicación de la evaluación a personas discapacitadas o con necesidades especiales.
4.9. Dar la posibilidad a los evaluados de hacer preguntas acerca de los procedimientos de evaluación o instrucciones en los momentos oportunos dentro del proceso evaluativo.
4.10. Proteger el derecho a la intimidad de los examinados y garantizarles un proceso imparcial
4.11. Evitar acciones o condiciones que puedan permitir a las personas o grupos recibir puntuaciones que distorsionen sus verdaderos niveles en la variable evaluada.
5. Responsabilidades de quienes puntúan las evaluaciones
Las personas que puntúan y preparan los informes de las evaluaciones tienen la responsabilidad profesional de:
5.1. Proporcionar información completa y precisa a los usuarios acerca de los diversos aspectos implicados en la valoración de la evaluación, tales como la estructura del informe, forma de puntuación, características técnicas, procedimientos de control de calidad, formato de los informes, o precios de los servicios si los hubiere.
5.2. Asegurarse de la precisión de los resultados de las evaluaciones, llevando a cabo procedimientos de control de calidad antes, durante y después de la puntuación.
5.3. Minimizar los efectos sobre las puntuaciones de aquellos factores que sean extraños a los fines de la evaluación.
5.4. Informar de inmediato a los usuarios de cualquier cambio que se produzca en la forma establecida de puntuar, de realizar el informe, o en el esquema de la evaluación, negociando una solución con los usuarios.
5.5. Proporcionar los resultados de la evaluación tan pronto como sea posible.
5.6. Proteger la confidencialidad de la información sobre las personas, tal como establece la ley.
5.7. Proporcionar los informes de la evaluación únicamente a las personas facultadas por ley, o a quienes hayan sido convenientemente autorizadas.
5.8. Cuando sea posible, establecer algún sistema claro y razonable de revisión de la evaluación.
6. Responsabilidades de quienes interpretan, utilizan y comunican los resultados de la evaluación
Las personas que interpretan, utilizan y comunican los resultados de las evaluaciones tienen la responsabilidad profesional de:
6.1. Llevar a cabo estas actividades de forma documentada, objetiva y transparente, teniendo en cuenta las limitaciones de la evaluación y las posibles consecuencias derivadas de su uso.
6.2. Proporcionar a quienes reciben los resultados de la evaluación información sobre ella, sus fines, sus limitaciones, y todo lo que sea necesario para una adecuada interpretación de los resultados.
6.3. Facilitar a quienes reciben los informes con las puntuaciones una descripción comprensible por escrito de las puntuaciones, incluyendo las interpretaciones adecuadas, así como posibles malinterpretaciones.
6.4. Comunicar los resultados de la evaluación de forma comprensible, incluyendo las interpretaciones adecuadas y las posibles malinterpretaciones.
6.5. Valorar y comunicar la adecuación de cualquier norma o estándar utilizado en la interpretación de los resultados de la evaluación.
6.6. Informar a todas las partes implicadas en el proceso de evaluación de cómo pueden afectarles los resultados de la evaluación.
6.7. Siempre que sea posible, a la hora de tomar decisiones educativas hay que utilizar múltiples fuentes y tipos de información sobre las personas o programas.
6.8. Evitar (y oponerse activamente a que otros lo hagan) los informes imprecisos, afirmaciones injustificadas, interpretaciones inadecuadas, y en general cualquier afirmación falsa o confusa sobre los resultados de la evaluación.
6.9. Informar a los evaluados y a otras personas implicadas si los resultados se van a archivar y por cuanto tiempo se hará, los procedimientos para revisar la evaluación, los derechos que los examinados y otros tienen sobre la información de la evaluación, así como la forma de ejercer esos derechos.
6.10. Poner en conocimiento de los responsables del proceso evaluativo cualquier uso inadecuado de la información de la evaluación que se detecte.
6.11. Proteger el derecho a la intimidad de las personas e instituciones implicadas en el proceso evaluativo.
7. Responsabilidades de quienes enseñan a otros a evaluar
Las personas que enseñan o informan a otros sobre evaluación tienen la responsabilidad profesional de:
7.1. Ser competentes y estar al día en aquéllas áreas en las que enseñan, y que ello se refleje en sus enseñanzas.
7.2. Proporcionar perspectivas claras y equilibradas en sus enseñanzas sobre evaluación .
7.3. Distinguir claramente entre opiniones y datos bien fundamentados a la hora de enseñar un determinado método de evaluación, producto, o servicio evaluativo.
7.4. Hacer público cualquier interés económico que considere que puede influir en la valoración de un determinado producto o servicio evaluativo objeto de la instrucción.
7.5. Si se estima que podría perjudicar a algún estudiante, evítese la aplicación de cualquier evaluación que no forme parte de la evaluación del rendimiento del alumno en el curso.
7.6. Si existe la posibilidad de perjudicar a los alumnos, no deben de utilizarse ni hacerse públicos los resultados de cualquier evaluación que no forme parte de la evaluación de su rendimiento en el curso.
7.7. Proteger la seguridad de los materiales y evaluaciones utilizados en el proceso instruccional.
7.8. Dar ejemplo de una práctica evaluativa responsable, y ayudar a quienes se instruye en evaluación para que aprendan todo lo necesario acerca de sus responsabilidades profesionales en el ámbito de la medición educativa.
7.9. Proporcionar una visión clara y equilibrada acerca de aquellos temas que estén siendo debatidos por responsables de la administración, padres, u otros ciudadanos.
8. Responsabilidades de quienes evalúan programas educativos e investigan en evaluación
Las personas que están implicadas en la evaluación de programas educativos, o que llevan a cabo sus investigaciones en el ámbito de la evaluación, tienen la responsabilidad profesional de:
8.1. Llevar a cabo las actividades de evaluación e investigación de forma documentada, objetiva e imparcial.
8.2. Hacer público cualquier tipo de asociación que tengan con los autores, editores de test, u otras partes implicadas en la evaluación, y abstenerse de participar si tales asociaciones pueden afectar la objetividad de la investigación o de la evaluación de programas.
8.3. Proteger de forma adecuada la seguridad de las evaluaciones a lo largo del proceso de investigación.
8.4. Tomar las medidas oportunas para minimizar las fuentes potenciales de invalidez de la investigación, y poner de manifiesto aquellos factores que puedan sesgar los resultdos del estudio.
8.5. Presentar todos los resultados de la investigación, los favorables y los desfavorables si los hubiese, de una forma imparcial, completa y objetiva.
8.6. Reconocer de forma clara y completa el trabajo y las ideas de otros.
8.7. Matizar las conclusiones teniendo en cuenta las limitaciones del estudio.
8.8. Siempre que sea posible, utilizar fuentes de información múltiples en el desarrollo de la evaluación y de la investigación.
8.9. Atenerse a los estándares correspondientes y respetar todos los derechos de los participantes en una evaluación o investigación.
Epílogo
El objetivo de este código es servir como guía de conducta a los profesionales que se dedican a cualquier tipo de evaluación educativa. Dada la gran amplitud del campo de la evaluación educativa, así como la gran variedad de actividades a las que pueden dedicarse los profesionales que trabajan en este campo, es improbable que cualquier código, por amplio que sea, abarque todas responsabilidades profesionales de las actividades en las que se encuentran implicados los profesionales de la medición educativa. En última instancia, esperemos que este Código sirva de base para las discusiones sobre lo que constituye una práctica profesional responsable. Además, estas discusiones seguramente identificarán áreas de la práctica profesional que necesitan una mayor clarificación y análisis. En la medida en la que estas discusiones tengan lugar, el Código habrá cumplido su finalidad.
Adaptado del Código original elaborado por un comité de expertos del Consejo Nacional de Medición Educativa (NCME) de los Estados Unidos, 1995.
European Association of Psychological Assessment
COMIENZO DEL PROCESO
El proceso comienza cuando una persona o institución (cliente) plantea a un evaluador que responda a una cuestión o que dé un consejo profesional referente a un sujeto o caso.
CONDICIONES PREVIAS.
El evaluador debe examinar si está cualificado para satisfacer la demanda y si la demanda se ajusta a criterios profesionales. El evaluador debe observar, además, los principios éticos y los requisitos legales que rijan en el país.
0.PRINCIPIOS GENERALES.
1. El evaluador debe asumir la responsabilidad del proceso de evaluación.
2. El evaluador debe tomar en cuenta los posibles conflictos de intereses que puedan existir entre el sistema de valores del sujeto o cliente y el suyo propio.
3. La evaluación se lleva a cabo en una situación interpersonal. El evaluador debe tratar al cliente con imparcialidad y con respeto.
4. El evaluador debe identificar y discutir los asuntos importantes sólo con las personas participantes en el proceso de evaluación.
5. Durante todo el proceso, el evaluador debe valorar las posibles consecuencias positivas y negativas, así como los efectos colaterales de la evaluación para el sujeto o cliente y para su entorno social.
6. Al solucionar las demandas planteadas, el evaluador debe seguir, en principio, una aproximación científica.
7. El proceso de evaluación debe ser lo suficientemente explícito como para que pueda ser reproducido y valorado, así como para que pueda quedar constancia del mismo.
8. El evaluador debe optimizar la justificación, utilidad y calidad del proceso, así como vigilar las condiciones que puedan distorsionarlo.
1. ANÁLISIS DEL CASO (evaluación descriptiva).
1.1. ANÁLISIS DE LAS DEMANDAS , QUEJAS Y METAS.
1.1.1. Investigación y evaluación de las demandas del cliente o sujeto.
9. El evaluador debe lograr un adecuado nivel de comprensión de las quejas, demandas y metas del cliente o sujeto.
10. El evaluador debe considerar el alcance y el nivel de detalle con los que se deben tratar las quejas, demandas y metas del cliente o sujeto.
11. El evaluador debe averiguar cuál es la percepción del cliente o sujeto sobre la urgencia o severidad del caso.
12. El evaluador debe explorar tanto los aspectos débiles como los aspectos fuertes del sujeto.
13. El evaluador debe limitar su exploración a lo que sea pertinente para el caso.
14. El evaluador debe comprobar la suficiencia y precisión de la información básica.
1.1.2 Síntesis de las demandas del cliente y de los aspectos de la situación problemática general.
15. El evaluador debe comprobar si la información recogida resulta suficiente para responder a las demandas planteadas.
16. El evaluador debe averiguar cómo interactúan la persona y el contexto en el que vive.
1.1.3. Acuerdo formal.
17. El evaluador debe informar al cliente o sujeto de las cuestiones que se van a explorar a lo largo de la evaluación.
18. El evaluador debe obtener el consentimiento informado del cliente o sujeto sobre las demandas y metas que van a guiar la evaluación.
1.2. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN CONTRASTABLES: CONVERSIÓN DE LAS DEMANDAS, QUEJAS Y METAS EN FORMULACIONES DE EVALUACIÓN.
1.2.1. A partir de la información recogida, formulación de las demandas en términos técnicos.
19. El evaluador debe establecer los constructos psicológicos más idóneos para formular las hipótesis de evaluación sobre el caso.
20. El evaluador debe asegurarse de que las hipótesis de evaluación formuladas cubren todas las características del problema.
21. El evaluador debe distinguir entre hipótesis descriptivas, clasificatorias, explicativas y predictivas.
22. Cada una de las hipótesis debe formularse con solidez lógica y teórica, y con referencias empíricas claras.
23. Para cada una de las hipótesis formuladas, el evaluador debe generar al menos una hipótesis alternativa rival.
24. El evaluador debe jerarquizar las hipótesis de evaluación formuladas de acuerdo con criterios explícitos y apropiados para el caso.
1.2.2. Operativización de las hipótesis mediante instrumentos y procedimientos de evaluación.
25. El evaluador debe revisar los instrumentos de evaluación adecuados para cada constructo y elegir el más apropiado.
26. El evaluador debe vigilar que la información a buscar sea pertinente, discriminativa y suficiente con respecto a las hipótesis formuladas.
1.3. RECOGIDA DE INFORMACIÓN: RECOPILACIÓN DE LA INFORMACIÓN PERTINENTE.
1.3.1. Planificación de la administración de los procedimientos de evaluación.
27. El evaluador debe tener en cuenta los factores distorsionantes, reactivos y molestos de los procedimientos de evaluación.
28. El evaluador debe obtener el consentimiento del sujeto para el plan de evaluación y para los procedimientos de evaluación implicados.
29. El evaluador debe preparar la situación de evaluación, así como dar las instrucciones a los sujetos y demás participantes de acuerdo con estándares técnicos y profesionales.
1.3.2. Aplicación de los procedimientos de evaluación.
30. El evaluador debe aplicar los procedimientos de evaluación de acuerdo con estándares técnicos y profesionales.
31. El evaluador debe tener en cuenta los factores que puedan interferir con la adecuada aplicación de los procedimientos de evaluación.
1.3.3. Valoración de la aplicación de los procedimientos de evaluación.
32. El evaluador debe si la recogida de datos se ha efectuado de acuerdo con el plan establecido.
33. El evaluador debe comprobar si algún factor ha podido interferir con la apropiada administración de los procedimientos de evaluación.
1.4. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN: RELACIÓN DE LOS DATOS CON LAS HIPÓTESIS PLANTEADAS.
1.4.1. Análisis de los datos.
34. El evaluador debe revisar si todos los datos son sólidos y están libres de sesgos y errores de codificación.
35. El evaluador debe valorar la calidad de los datos en relación con las hipótesis planteadas.
36. El evaluador debe analizar e interpretar los datos de las pruebas y demás procedimientos de evaluación de acuerdo con las últimas normas, estándares y conocimientos disponibles.
1.4.2. Formulación de conclusiones.
37. El evaluador debe comprobar si las conclusiones responden a las hipótesis planteadas.
38. El evaluador debe valorar la información de acuerdo con su importancia para el caso.
39. El evaluador debe justificar la relación existente entre las conclusiones y los datos.
40. El evaluador debe especificar el nivel de confianza que deposita en cada una de las conclusiones.
2. ORGANIZACIÓN E INFORMACIÓN DE LOS RESULTADOS: ELABORACIÓN TÉCNICA DE LOS RESULTADOS E INFORMACIÓN AL CLIENTE O SUJETO.
2.1. INTEGRACIÓN DE LOS RESULTADOS: RESPUESTA A LAS CUESTIONES PLANTEADAS POR EL CLIENTE O SUJETO DE LA FORMA MÁS COMPLETA POSIBLE.
2.1.1. Combinación de los resultados en una formulación global del caso.
41. El evaluador debe comprobar cada una de las hipótesis utilizando datos de las fuentes de información apropiadas.
42. El evaluador debe realizar una integración de los datos que resulte adecuada, suficiente y de utilidad para responder a las demandas del cliente.
43. El evaluador debe tener en cuenta la información contradictoria.
2.1.2. Formulación de conclusiones en relación con las demandas del cliente o sujeto.
44. El evaluador debe formular conclusiones que respondan a las demandas del cliente o sujeto.
2.2. INFORME: PRESENTACIÓN ORAL O ESCRITA DEL INFORME.
2.2.1. Requisitos para la generación del informe.
45. La forma de presentar el informe (oral, escrita, o ambas) debe ser la apropiada.
46. El informe debe incluir un resumen con las conclusiones más importantes.
47. El informe debe señalar quién es el autor, el cliente y el sujeto, así como a quién se presentará o enviará.
48. Los datos deben presentarse de acuerdo con las fuentes de información, instrumentos y procedimientos utilizados.
49. Los datos deben estructurarse siguiendo criterios psicológicos y colocarse en la parte de resultados que habrá en el informe.
50. Los asuntos que sobrepasen las demandas iniciales no deben ignorarse, aunque sí considerarse aparte.
51. El informe debe responder a las demandas del cliente con recomendaciones apropiadas.
2.2.2. Inclusión en el informe de información importante.
52. Las demandas del cliente nunca pueden quedar sin abordarse.
53. Las fuentes de información, los instrumentos y test utilizados deben quedar reflejados con el suficiente detalle.
54. El informe debe detallar los pasos y procedimientos utilizados para responder a las demandas del cliente.
55. La sección del informe destinada a exponer los resultados debe reflejar el peso dado a la información obtenida y la forma en que se la ha integrado.
56. En la sección del informe sobre los resultados, cada afirmación psicológica que se haga debe estar expresamente basada en los datos recogidos y valorada en función de su importancia con respecto a las demandas del cliente.
57. Las inconsistencias encontradas entre los datos deben discutirse en la sección sobre resultados.
2.2.3. Generación de un informe fácil de entender.
58. Cada una de las frases empleadas debe ser clara y comprensible para el cliente.
59. El apoyo científico de un enunciado debe explicitarse siempre que exista la posibilidad de que se malinterprete.
60. La terminología técnica utilizada debe clarificarse de la forma apropiada.
61. Los elementos descriptivos, comparativos e interpretativos deben distinguirse entre sí.
62. La interpretación de los datos nunca debe dejarse en manos del lector.
63. Las conclusiones deben exponerse con claridad; y las inferencias tentativas, señalarse como tales.
2.3. DISCUSIÓN Y TOMA DE DECISIONES.
2.3.1. Discusión del informe con el cliente, sujeto u otros participantes.
64. El evaluador debe discutir las secciones del informe con el cliente o sujeto.
65. El evaluador debe tratar con el cliente, sujeto u otras personas participantes las posibles recomendaciones, asegurándose de que las entienden.
66. El evaluador debe reflejar los datos surgidos durante la discusión del informe y de las recomendaciones en la versión final del mismo.
2.3.2. Analizar si las circunstancias generales aconsejan volver a empezar, finalizar, o pasar a intervenir.
67. Si se requiere intervención y el evaluador no está cualificado para llevarla a cabo, el sujeto debe ser enviado al profesional adecuado.
68. Cuando sea pertinente, el evaluador debe enviar un informe a los profesionales oportunos.
3. PLANIFICACIÓN DE LA INTERVENCIÓN: SI EL EVALUADOR CONDIDERA QUE ES NECESARIO INTERVENIR, HAY QUE LLEVAR A CABO VARIOS ACTOS DE EVALUACIÓN ANTES DE LA ADMINISTRACIÓN DEL TRATAMIENTO.
69. El evaluador debe establecer los criterios y las metas de una intervención provechosa.
3.1. ELECCIÓN DE HIPÓTESIS ESPECÍFICAS PARA LA INTERVENCIÓN.
3.1.1. Elección y operativización de la intervención y de las variables para evaluar los resultados.
70. El evaluador debe formular las hipótesis de intervención basándose en los resultados de las evaluaciones previas.
71. En la medida de lo posible, el evaluador debe jerarquizar las hipótesis de intervención siguiendo criterios explícitos y útiles para el caso.
72. El evaluador debe definir operativamente las variables relacionadas con las hipótesis de intervención.
3.1.2. Revisión y elección de los procedimientos de intervención que mejor se ajusten al caso.
73. El evaluador debe inventariar y sopesar los tratamientos posibles y, finalmente, diseñar la intervención.
74. El evaluador debe identificar y evaluar las posibles condiciones facilitadoras e inhibidoras que puedan afectar la intervención.
75. El evaluador debe tratar con el cliente o sujeto las alternativas de intervención y sus posibles consecuencias.
3.1.3. Elección y evaluación de las variables apropiadas para la supervisión de la intervención.
76. Siempre que sea posible, el evaluador debe disponer los medios con los que comprobar la marcha de la intervención.
77. Si resulta necesario, el evaluador debe vigilar la intervención.
REALIZACIÓN DEL TRATAMIENTO.
Dado que la intervención no es una actividad específica de evaluación, no se analizará. Aun así, en algunos casos puede que sea necesario realizar una valoración formativa durante la intervención.
78. Si es necesario, el evaluador debe vigilar la intervención o tratamiento para evitar desviaciones. Si las desviaciones son inevitables, deben registrarse cuidadosamente.
4. VALORACIÓN Y SEGUIMIENTO: SI SE HA INTERVENIDO, DEBEN LLEVARSE A CABO NUEVOS ACTOS DE EVALUACIÓN.
79. El evaluador debe determinar en qué medida se puede valorar la intervención y su puesta en práctica (evaluación valorativa).
80. El evaluador debe informar a los interesados sobre la importancia de realizar una valoración de la misma.
4.1. RECOGIDA DE DATOS SOBRE LOS EFECTOS DE LA INTERVENCIÓN.
4.1.1. Inspección de los datos ya existentes.
81. El evaluador debe revisar los datos previos obtenidos en las fases 2 y 3, decidir cuáles son útiles para la valoración y elegir de entre ellos las mejores medidas de resultados.
82. El evaluador debe comprobar si la intervención se ha llevado a cabo tal como se había planificado.
83. El evaluador debe planificar la valoración con esmero, atendiendo tanto a los datos previamente recogidos ya disponibles, como a los datos adicionales que se deben recoger.
4.1.2. Recogida de datos posteriores a la intervención.
84. El evaluador debe administrar las medidas elegidas siguiendo lo establecido en 1.3.
85. El evaluador debe recoger, según se establece en 1.3, cualquier otra información sobre cambios positivos o negativos que puedan considerarse resultados de la intervención.
86. El evaluador debe recoger información empleando distintos indicadores y de diferentes fuentes.
4.2. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.
4.2.1. Sobre los datos recogidos y siguiendo lo establecido en 1.4, extracción de conclusiones acerca de los efectos de la intervención.
87. El evaluador debe comparar los resultados con las demandas del cliente y con las metas de la intervención.
88. Antes de interpretar los efectos de la intervención, el evaluador debe comprobar si dichos efectos realmente se pueden atribuir a la intervención.
89. El evaluador debe comprobar si se han producido efectos colaterales.
90. El evaluador debe considerar las posibles explicaciones alternativas de los efectos de la intervención.
4.2.2. Informe de los resultados al cliente, sujeto u otros participantes.
91. El evaluador debe tratar los resultados de la valoración con el cliente, sujeto u otras personas participantes.
92. El evaluador debe justificar las conclusiones en relación con las demandas del cliente, las metas de la intervención y los efectos colaterales, de tal forma que los interesados puedan valorarlas.
4.2.3. Si es necesario, informe escrito al cliente, al sujeto o a las otras personas participantes.
En la medida en que resultan aplicables, las mismas guías que en 2.2.
4.3. SEGUIMIENTO.
4.3.1. Planificación del seguimiento de acuerdo con el cliente y el sujeto.
93. El evaluador debe planificar el seguimiento, eligiendo objetivos pertinentes y realistas.
94. El evaluador debe discutir y llegar a un acuerdo sobre el plan de seguimiento con el cliente, el sujeto y demás interesados.
4.3.2. Evaluación del sujeto de acuerdo con el plan establecido.
95. El evaluador debe recoger los datos sobre el sujeto y demás participantes de acuerdo con lo planificado.
96. El evaluador debe recabar información del sujeto y demás participantes sobre posibles consecuencias positivas o negativas no previstas.
4.3.3. Análisis de resultados.
En la medida en que resultan aplicables, las mismas guías que en 4.2.1.
4.3.4. Discusión de los resultados con el cliente, el sujeto y los otros participantes.
En la medida en que resultan aplicables, las mismas guías que en 4.2.2.
4.3.5. Si es necesario, informar por escrito al cliente, al sujeto, o al resto de los participantes.
En la medida en que resultan aplicables, las mismas guías que en 2.2.1.
FIN DEL PROCESO DE EVALUACIÓN.
El proceso de evaluación finaliza cuando el evaluador termina su relación profesional, en lo que a tareas de evaluación se refiere, con la persona o institución (cliente) y con el sujeto o caso.
GLOSARIO DEL PROCESO DE EVALUACIÓN.
Acuerdo formal: Contrato oral o escrito sobre las tareas de evaluación
Calidad (de los datos): Medida en que los datos cumplen los mejores estándares disponibles.
Caso: El sujeto o situación que se toma como unidad de evaluación (ver también "Sujeto").
Cliente: La persona o consumidor que contrata los servicios expertos de un evaluador (Scriven, 1991).
Conocimiento profesional: Conjunto de teorías, métodos, procedimientos y destrezas utilizados o apreciados por el profesional del campo de la evaluación.
Consentimiento (informado): Conformidad del sujeto con las actividades de evaluación o intervención tras haber sido detenidamente informado.
Constructo: Una variable conceptual inferida o conjeturada que no es directamente observable.
Coste-efectividad: Medida en que un procedimiento de evaluación produce iguales o mejores resultados que otro procedimiento rival (adaptado para este texto del Joint Committee, 1994).
Criterios éticos: Normas profesionales establecidas por organizaciones profesionales de psicólogos.
Datos: Material recogido en el curso de una evaluación que sirve para extraer información, discutir y establecer conclusiones (Joint Committee, 1994).
Efectos colaterales: Consecuencias de la evaluación o la intervención distintas de los efectos que se pretendían producir.
Estándar: Un principio, sobre el que existe acuerdo entre expertos, acerca de la utilización y las cualidades de los instrumentos y procedimientos de evaluación.
Evaluación (psicológica): Por una parte, la actividad científica y profesional de recoger, valorar e integrar información sobre un sujeto (caso), utilizando en la medida de lo posible diferentes fuentes y de acuerdo con un plan previamente establecido, con el objetivo de responder a las demandas de un cliente; por otra parte, el desarrollo, construcción y valoración de los medios idóneos para recabar y procesar información sobre un caso.
Evaluación de la Evaluabilidad: Establecer la medida en que un programa se presta a ser valorado (Fernández Ballesteros, 1996, p.138).
Evaluador: Una persona cualificada para llevar a cabo una evaluación.
Formulación del caso: La descripción y análisis de la pregunta, demanda o problema del sujeto.
Guía: Regla de actuación recomendada por expertos para mejorar u optimizar el proceso de evaluación.
Hipótesis: Conjetura sobre algo que parece probable a la luz de hechos previamente establecidos. Se pueden diferenciar varios tipos de hipótesis:
- Descriptiva: La presunción de que una unidad de evaluación (un sujeto) posee determinadas características, cualidades, propiedades o rasgos (en una cierta medida o cantidad).
- Clasificatoria: La suposición de que una unidad de evaluación (un sujeto) es miembro de una clase particular especificada por un conjunto de indicadores.
- Predictiva: La estimación del estado futuro de las características de una unidad.
- Explicativa: La conjetura acerca de la causa o conjunto de causas de las características de una unidad.
Informe: Comunicación oral o escrita de los resultados de la evaluación.
Implicados: Individuos o grupos que pueden influir o ser influidos por una valoración (Joint Committee, 1994).
Intervención: Conjunto de acciones realizadas por un profesional sobre un sujeto con un propósito dado.
Norma(s): El valor, o distribución de valores, que representa el nivel de ejecución típico de un individuo o grupo.
Otros participantes: Todas las personas -aparte del cliente, el evaluador y el sujeto- que de alguna forma colaboran en la evaluación.
Procedimientos de evaluación: Instrumentos, test, técnicas y otros dispositivos de medida, incluyendo métodos cualitativos de recogida de datos.
Proceso de evaluación: La secuencia de pasos que el evaluador debe seguir para responder a las demandas del cliente.
Profesional (en Evaluación Psicológica): Psicólogo con capacitación en el campo de la evaluación psicológica (ver también “Evaluador”).
Relación profesional: Vínculos interpersonales entre un profesional y su cliente o sujeto.
Resultados: Efectos finales o definitivos, consecuencias de un tratamiento, o cambios producidos por una determinada acción.
Seguimiento: Evaluación de los efectos a largo plazo de una intervención.
Sesgo: Error sistemático o tendencia a errar que hace probable que se distorsione el proceso de evaluación.
Sujeto: Persona, grupo u organización que se somete a evaluación (ver también "Caso").
Supervisión: Seguimiento y comprobación de una intervención con el propósito de fiscalizarla y controlarla.
Test: Un dispositivo o procedimiento de evaluación mediante el que se obtiene una muestra de la conducta del examinado en un determinado dominio, muestra que posteriormente se puntúa y valora de modo normalizado (APA, 1999).
Valoración: Recogida e interpretación de evidencia sobre el funcionamiento y las consecuencias de una intervención (adaptado de Cronbach, 1990, p. 703).
REFERENCIAS:
American Psychological Association (1999): Standards for educational and psychological testing. Washington, DC: American Psychological Association.
Cronbach, L. J. (1990). Essentials of psychological testing (5 ed.). Nueva York: Harper & Row.
Fernández-Ballesteros, R. (1996): "Evaluability Assessment and Policy Cycle: Measuring evaluability Assessment". CEDEFOP, Berlin.
Fernández-Ballesteros, R., DeBruyn, E.E.J., Godoy, A., Hornke, L., Ter Laak, J. Vizcarro, C., Westhoff, K., Westmeyer H. & Zacagnini, J.L. (2001):“Guidelines for the Assessment Process (GAP): A proposal for Discussion. European J. Of Psychological Assessment, 17,187-200.
Joint Committee on Standards for Educational Evaluation (1994): The program evaluation standards. Thousand Oaks, California: Sage Publications.
Scriven, M. (1991): Evaluation thesaurus (4 ed.). Thousand Oaks, California: Sage Publications.
PROCESO DE EVALUACIÓN: ESTRUCTURA BÁSICA Y PASOS A SEGUIR
COMIENZO DEL PROCESO: el proceso comienza cuando una persona o institución (cliente) plantea a un evaluador que responda a una cuestión o que dé un consejo profesional referente a un sujeto o caso.
CONDICIONES PREVIAS: el evaluador debe examinar si está cualificado para satisfacer la demanda y si la demanda se ajusta a criterios profesionales. El evaluador debe observar, además, los principios éticos y los requisitos legales que rijan en el país. NO SÍ.
0. PRINCIPIOS GENERALES.
1. ANÁLISIS DEL CASO (EVALUACIÓN DESCRIPTIVA).
1.1. ANÁLISIS DE LAS DEMANDAS, QUEJAS Y METAS.
1.1.1. Investigación y evaluación de las demandas del cliente o sujeto.
1.1.2 Síntesis de las demandas del cliente y de los aspectos de la situación problemática general.
1.1.3. Acuerdo formal.
1.2. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN CONTRASTABLES: conversión de las demandas, quejas y metas en formulaciones de evaluación.
1.2.1. A partir de la información recogida, formulación de las demandas en términos técnicos.
1.2.2. Operativización de las hipótesis mediante instrumentos y procedimientos de evaluación.
1.3. RECOGIDA DE INFORMACIÓN: RECOPILACIÓN DE LA INFORMACIÓN PERTINENTE.
1.3.1. Planificación de la administración de los procedimientos de evaluación.
1.3.2. Aplicación de los procedimientos de evaluación.
1.3.3. Valoración de la aplicación de los procedimientos de evaluación.
1.4. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN: relación de los datos con las hipótesis planteadas.
1.4.1. Análisis de los datos.
1.4.2. Formulación de conclusiones.
2. ORGANIZACIÓN E INFORMACIÓN DE LOS RESULTADOS: elaboración técnica de los resultados e información al cliente o sujeto.
2.1. INTEGRACIÓN DE LOS RESULTADOS: respuesta a las cuestiones planteadas por el cliente o sujeto de la forma más completa posible.
2.1.1. Combinación de los resultados en una formulación global del caso.
2.1.2. Formulación de conclusiones en relación con las demandas del cliente o sujeto.
2.2. INFORME: presentación oral o escrita del informe.
2.2.1. Requisitos para la generación del informe.
2.2.2. Inclusión en el informe de información importante.
2.2.3. Generación de un informe fácil de entender.
2.3. DISCUSIÓN Y TOMA DE DECISIONES.
2.3.1. Discusión del informe con el cliente, sujeto u otros participantes.
2.3.2. Analizar si las circunstancias generales aconsejan volver a empezar, finalizar, o pasar a intervenir.
3. PLANIFICACIÓN DE LA INTERVENCIÓN: si el evaluador considera que es necesario intervenir, hay que llevar a cabo varios actos de evaluación antes de la administración del tratamiento.
3.1. ELECCIÓN DE HIPÓTESIS ESPECÍFICAS PARA LA INTERVENCIÓN.
3.1.1. Elección y operativización de la intervención y de las variables para evaluar los resultados.
3.1.2. Revisión y elección de los procedimientos de intervención que mejor se ajusten al caso.
3.1.3. Elección y evaluación de las variables apropiadas para la supervisión de la intervención.
REALIZACIÓN DEL TRATAMIENTO
4. VALORACIÓN Y SEGUIMIENTO: si se ha intervenido, deben llevarse a cabo nuevos actos de evaluación.
4.1. RECOGIDA DE DATOS SOBRE LOS EFECTOS DE LA INTERVENCIÓN.
4.1.1. Inspección de los datos ya existentes.
4.1.2. Recogida de datos posteriores a la intervención.
4.2. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.
4.2.1. Sobre los datos recogidos y siguiendo lo establecido en 1.4, extracción de conclusiones acerca de los efectos de la intervención.
4.2.2. Informe de los resultados al cliente, sujeto u otros participantes.
4.2.3. Si es necesario, informe escrito al cliente, al sujeto o a las otras personas participantes.
4.3. SEGUIMIENTO.
4.3.1. Planificación del seguimiento de acuerdo con el cliente y el sujeto.
4.3.2. Evaluación del sujeto de acuerdo con el plan establecido.
4.3.3. Análisis de resultados.
4.3.4. Discusión de los resultados con el cliente, el sujeto y los otros participantes.
4.3.5. Si es necesario, informar por escrito al cliente, al sujeto, o al resto de los participantes.
FIN DEL PROCESO DE EVALUACIÓN: El proceso de evaluación finaliza cuando el evaluador termina su relación profesional, en lo que a tareas de evaluación se refiere, con la persona o institución (cliente) y con el sujeto o caso.
1 Fernández-Ballesteros, R., DeBruyn, E.E.J., Godoy, A., Hornke, L., Ter Laak, J. Vizcarro, C., Westhoff, K., Westmeyer H. & Zacagnini, J.L. (2001):"Guidelines for the Assessment Process (GAP): A proposal for Discussion. European J. Of Psychological Assessment, 17,187-200.
En líneas generales se entiende por evaluación educativa el proceso de obtener la información utilizada para tomar decisiones que afectan a los estudiantes y al sistema educativo en general. La evaluación de los estudiantes es una parte esencial de las labores del profesor, no puede haber una buena enseñanza sin una buena evaluación. La preparación de los profesores para adquirir las competencias evaluativas desarrolladas en estos estándares debería de ser una parte esencial de la formación de los profesores antes y durante el ejercicio de su labor docente. Estos estándares pueden utilizarse como, a) una guía para los encargados de formar a los profesores, orientándoles a la hora de diseñar y aprobar los programas formativos, b) una ayuda para la autoevaluación de los profesores a la hora de identificar sus necesidades de formación profesional en el campo de la evaluación de los estudiantes, c) una guía de apoyo para quienes elaboran programas de formación para los profesores en ejercicio, d) un acicate para que los especialistas en medición educativa y los formadores de los profesores consideren la evaluación de los estudiantes y la formación de los profesores en evaluación de una forma más comprensiva y rigurosa de lo que se ha hecho en el pasado. Los estándares deberían de incorporarse en los programas de formación de los profesores.
Estándares
1. Los profesores estarán cualificados para elegir los métodos de evaluación adecuados para la toma de decisiones educativas
Una preparación adecuada para elegir métodos de evaluación pertinentes, útiles, técnicamente correctos, e imparciales, es un requisito fundamental para hacer un buen uso de la información en la toma de decisiones educativas. Los profesores tienen que conocer bien los tipos de información proporcionada por un amplio abanico de alternativas evaluativas, así como sus puntos fuertes y débiles. En particular, deberían de conocer bien los criterios para evaluar y seleccionar los métodos de evaluación en función de los planes de instrucción. Los profesores que cumplen con este estándar deberían de dominar los aspectos conceptuales y aplicados que se citan a continuación. Tienen que ser capaces de utilizar los conceptos de error de medida y validez a la hora de elaborar o seleccionar los métodos para evaluar a los alumnos. Deberán comprender como los datos de una evaluación válida pueden apoyar las actividades educativas, tales como proporcionar un adecuado feedback a los estudiantes, diagnosticar necesidades educativas a nivel grupal e individual, diseñar programas individualizados de aprendizaje, motivar a los estudiantes, o evaluar métodos de enseñanza. Comprenderán asimismo como la información no válida puede influir en las decisiones educativas sobre los estudiantes. Serán capaces de usar y valorar las opciones evaluativas a su disposición, teniendo en cuenta, entre otras cosas, las características culturales, sociales, económicas y lingüísticas de los estudiantes. Deben de ser conscientes de que determinadas aproximaciones evaluativas pueden ser incompatibles con algunos objetivos educativos, y que pueden afectar de forma muy diferente su labor la enseñanza. Los profesores conocerán la idoneidad de los métodos de evaluación que utilicen para la toma de decisiones acerca de los estudiantes. Además, lo profesores han de saber donde encontrar información y revisiones acerca de los métodos de evaluación utilizados. Los métodos de evaluación son muy diversos, pudiendo citarse, entre otros, exámenes de preguntas sobre el programa, test referidos al criterio, test normativos, exámenes orales, evaluación de las ejecuciones, portafolios, trabajos y demostraciones, escalas de evaluación, composiciones escritas, valoración de los trabajos hechos en casa, autoevaluaciones, cuestionarios, datos observacionales, entrevistas, proyectos, trabajos realizados, etc.
2. Los profesores estarán cualificados para elaborar los métodos de evaluación adecuados para la toma de decisiones educativas
Si bien los profesores utilizan a veces herramientas evaluativas elaboradas externamente, la mayor parte de la información que utilizan en la toma de decisiones educativas la obtienen a partir de instrumentos que ellos mismos generan. Y esto es así porque las demandas evaluativas de una clase van mucho más allá de lo que pueden ofrecer los instrumentos disponibles.
Los profesores que cumplen con este estándar estarán preparados en los aspectos conceptuales y aplicados que siguen. Los profesores serán expertos en planificar la recogida de información que facilite las decisiones a tomar. Conocerán y seguirán principios adecuados para elaborar y usar métodos de evaluación, sorteando los peligros y errores más habituales en la evaluación de los estudiantes. El profesor seleccionará las técnicas que mejor se ajusten a los objetivos educativos planteados. Los profesores que cumplen con este estándar también sabrán como usar los datos de los estudiantes para analizar la calidad de los métodos de evaluación utilizados. Puesto que la mayoría de los profesores no tienen acceso a especialistas en medición, deben de estar preparados para hacer estos análisis por sí mismos.
3. Los profesores estarán cualificados para aplicar, puntuar e interpretar los resultados de los métodos de evaluación externos y de los elaborados por ellos mismos
No es suficiente que los profesores sean capaces de seleccionar y elaborar buenos métodos de evaluación, también deben saber aplicarlos correctamente. Los profesores deben de estar preparados para aplicar, puntuar, e interpretar los resultados de diferentes métodos de evaluación.
Los profesores que cumplen con este estándar estarán preparados en los aspectos conceptuales y aplicados que siguen. Estarán preparados para interpretar los resultados de evaluaciones formales e informales, incluyendo las ejecuciones de los estudiantes en clase y los trabajos hechos en casa. Los profesores tienen que ser capaces de utilizar guías para puntuar las preguntas con respuestas abiertas y los proyectos, plantillas para puntuar las preguntas de elección múltiple, y escalas para valorar las ejecuciones de los estudiantes. Los profesores han de ser capaces de aplicar test estandarizados de rendimiento, así como interpretar las puntuaciones habituales: percentiles, puntuaciones típicas, otros tipos de puntuaciones derivadas. Entenderán los indicadores estadísticos que acompañan habitualmente los resultados de la evaluación, tales como medidas de tendencia central, dispersión, correlaciones, fiabilidad y errores de medida. Tienen que ser capaces de analizar los resultados de la evaluación para identificar los puntos fuertes y débiles de sus alumnos. Si obtienen resultados inconsistentes deberán de recabar más datos para resolver las discrepancias antes de tomar una decisión. Deben de ser capaces de utilizar los métodos de evaluación de modo que estimulen el desarrollo educativo de los alumnos y no incrementen innecesariamente sus niveles de ansiedad.
4. Los profesores estarán cualificados para utilizar los resultados de la evaluación cuando toman decisiones sobre los estudiantes, planifican la docencia, elaboran los programas e introducen mejoras en la escuela
Los resultados de las evaluaciones se utilizan para tomar decisiones educativas a varios niveles: en la clase sobre los estudiantes, en la comunidad local sobre aspectos escolares, y en la sociedad en general sobre el sistema educativo. Los profesores juegan un papel fundamental en la toma de decisiones a cada uno de estos niveles y deben ser capaces de utilizar de forma efectiva los resultados de las evaluaciones.
Los profesores que cumplen con este estándar estarán preparados en los aspectos conceptuales y aplicados que siguen. Serán capaces de utilizar la información acumulada de las evaluaciones para organizar un sólido plan de enseñanza que facilite el desarrollo educativo de los estudiantes. Estarán informados acerca de los resultados de las evaluaciones a nivel local, regional y nacional, así como acerca del uso más adecuado para mejorar cualquier aspecto del proceso educativo.
5. Los profesores estarán cualificados para elaborar procedimientos válidos para la calificación de los alumnos
Calificar a los estudiantes es una parte importante de la práctica profesional de los profesores. Las calificaciones indican el nivel de ejecución de los estudiantes, así como la valoración que hace el profesor de la ejecución. Los principios para la utilización de las evaluaciones para obtener calificaciones válidas son bien conocidos y los profesores deberían de utilizarlos.
Los profesores que cumplen con este estándar estarán preparados en los aspectos conceptuales y aplicados que siguen. Serán capaces de diseñar, implementar y explicar procedimientos para generar calificaciones a partir de puntuaciones obtenidas por los alumnos en diversos aspectos, tales como trabajos realizados, proyectos, actividades de clase, exámenes, test, o cualquier otra evaluación realizada. Los profesores deberán asegurarse de que sus calificaciones son racionales, imparciales y justificadas, evitando formas defectuosas de calificación, tales como utilizar las calificaciones como castigo. Estarán dispuestos a evaluar y modificar los sistemas de calificación para mejorar la validez de las interpretaciones acerca del rendimiento de los estudiantes.
6. Los profesores estarán cualificados para comunicar los resultados de la evaluación a los estudiantes, padres, personas no expertas y otros educadores
Los profesores tienen que informar habitualmente sobre los resultados de las evaluaciones a los estudiantes, a los padres, o a otras personas autorizadas. Además, tienen con frecuencia que informar o discutir los resultados de las evaluaciones con otros educadores y con personas no expertas. Si los resultados no se comunican con eficiencia podrían utilizarse de forma inadecuada, o no utilizarse. Para comunicarse eficazmente con otros en cuestiones de evaluación, los profesores deben de ser capaces de utilizar la terminología evaluativa adecuadamente y explicar con claridad el significado, limitaciones e implicaciones de los resultados de la evaluación. En algunas ocasiones los profesores se verán en la tesitura de tener que defender sus propios procedimientos de evaluación y sus interpretaciones. Otras veces los profesores pueden tener que ayudar a ciertas personas a interpretar correctamente los resultados de las evaluaciones.
Los profesores que cumplen con este estándar estarán preparados en los aspectos conceptuales y aplicados que siguen. Los profesores entenderán y serán capaces de explicar adecuadamente el modo en el que las interpretaciones de los resultados de la evaluación deben modularse en función de factores el alumno tales como el socioeconómico, cultural, lingüístico, u otros. Los profesores comprenderán y serán capaces de explicar la importancia de tener en cuenta los errores de medida cuando se utilizan las evaluaciones para tomar decisiones sobre los estudiantes individualmente. Los profesores sabrán explicar las limitaciones de diferentes métodos de evaluación formales e informales.
7. Los profesores estarán cualificados para detectar evaluaciones no éticas o ilegales, así como métodos inapropiados de evaluación y usos incorrectos de la información
La imparcialidad, los derechos de todos los implicados y la ética profesional deben presidir todas las actividades de evaluación de los estudiantes, desde la planificación inicial y la recogida de información hasta la interpretación, uso y comunicación de los resultados. Los profesores deben de estar bien informados sobre sus responsabilidades éticas y legales cuando realizan evaluaciones. Además, si observasen prácticas evaluativas inadecuadas llevadas a cabo por otros tratarán de detenerlas. Los profesores también deberían de colaborar con el resto de la comunidad educativa para definir los límites de una práctica profesional adecuada en el ámbito de la evaluación.
Los profesores que cumplen con este estándar estarán preparados en los aspectos conceptuales y aplicados que siguen. Conocerán la legislación sobre evaluación que afecta a su ámbito de actuación. Los profesores deben de ser conscientes de que algunos procedimientos de evaluación pueden ser incorrectamente utilizados con consecuencias perjudiciales varias para los alumnos, violación del derecho a la privacidad, o uso inadecuado de las puntuaciones de los alumnos en los test de rendimiento para medir la eficacia de la labor docente.
1 Adaptados de los Standards for Teacher Competence in Educational Assessment of Students, elaborados por una comisión de expertos designados por las tres asociaciones educativas más representativas de los Estados Unidos: American Federation of Teachers, National Council on Measurement in Education y National Education Association
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