En las escuelas de Roma se enseñaba a escribir taquigráficamente porque era una herramienta de trabajo conveniente para transcribir conversaciones y discursos relevantes.
Desapareció en el siglo XII porque fue considerada una forma de escritura hermética, asociada a rituales secretos y a la brujería.
Los sistemas de taquigrafía reaparecieron a finales del siglo XVI como una ayuda para los escribanos que tomaban notas de los discursos pronunciados.
Las máquinas estenográficas se usan hoy en sesiones del parlamento y del ministerio de justicia. Subsisten a pesar de existir en la actualidad medios audiovisuales más eficientes.
La taquigrafía ha facilitado la conversión de textos orales en borradores escritos, posteriormente publicados como libros.
Máquina de escribir