Las disciplinas
alternativas hacen un mayor hincapié en una
visión holística del organismo; lo que
quiere decir que no somos solamente una
entidad interconectada en nuestro interior,
sino que cada parte se refleja y se ve
afectada a su vez por la totalidad. Nos
afectan las personas y el ambiente que nos
rodea a causa de nuestra inseparable
relación con ellos. Por tanto, si queremos
estar bien y gozar de paz y vitalidad, hemos
de prestar atención a todos los niveles de
nuestro ser(nuestro cuerpo, corazón y
mente), a nuestra relación con los demás,
así como cuidarnos del mundo en que vivimos.
A la luz de la investigación de las
enfermedades psicosomáticas y de los efectos
negativos en nuestros organismos del
desequilibrio ambiental, la polución del
aire y el ruido, esta visión holística es
hoy en día ampliamente aceptada.
En los sistemas
alternativos y complementarios existe una
creciente confianza en que en el interior de
cada uno de nosotros poseemos una capacidad
natural, de sanarnos a nosotros mismos. Del
mismo modo que se ha establecido que los
pensamientos, emociones y estilos de vida
negativos y destructivos contribuyen a la
enfermedad, se ha reconocido también que las
actividades positivas pueden ayudar tanto en
el proceso curativo como en el de sanación.
Ha sido una introspección esencial, desde
tiempos antiguos, de los enfoques más
tradicionales el que el poder sanador de la
paz, el gozo y el amor que hay en nuestro
interior puede activarse y desarrollarse
mediante prácticas espirituales como la
meditación.