Silvia Bautista. PSICÓLOGA

ADULTOS

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Ansiedad

Esa sensación de nervios, agitación y/o tensión que tenemos ante determinadas situaciones o pensamientos. Si se da en dosis moderadas puede considerarse completamente normal, incluso positiva, ya que nos estimula para la acción.

Por ejemplo ante un examen que nos preocupa nos ponemos a estudiar más motivados que si no nos preocupase. A muchos estudiantes he oido decir "ojala estudiase siempre como los días antes del examen, sacaría todo matrículas". Y es natural, una cierta dosis de ansiedad nos predispone para la acción, nos ayuda a poner en marcha todos nuestros recursos para rendir lo mejor posible.

El problema aparece cuando esa ansiedad es excesiva, cuando en lugar de ayudarnos a superar ciertas situaciones, nos bloquea y no somos capaces ni de hablar o lo hacemos torpemente. Llega un examen y no recordamos nada, llega esa reunión importante y no hacemos más que temblar y tirar al suelo todo lo que tocamos, causando una impresión no demasiado buena.

Formas en que se manifiesta la ansiedad:

Algunas recomendaciones

No olvides que la ansiedad, junto con la depresión es el motivo más frecuente de consulta. Si la ansiedad aparece en más situaciones de las que te gustaría, con una intensidad mayor de la que te gustaría e interfiere en tu vida, no dudes en consultar con un profesional.

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Estrés

Es la tensión física y mental que aparece, cuando te sientes desbordado por las obligaciones cotidianas, o por una situación nueva que aparece en tu vida. Empiezas a pensar que es demasiado lo que el entorno te está pidiendo, pero no puedes dejar de cumplir con todas esas obligaciones.

Prisas, nervios, obligaciones, responsabilidad. Haces una evaluación de la situación y consideras que no puedes con ella, pero tampoco puedes parar. Si esto se mantiene en el tiempo, tu cuerpo acaba resintiendose.

¿Hay situaciones especialmente estresantes?

Son acontecimientos delicados a los que hay que prestar una atención especial. Pero incluso estas situaciones pueden ser vividas de manera muy diferente. Algunas personas ponen en marcha una serie de conductas que les permiten afrontar la situación sufriendo lo menos posible. Sin embargo, otras actúan con nerviosismo ante cualquier acontecimiento, pensando que todo les va a salir mal, o confíando poco en su capacidad para hacer frente a las dificultades. ¿Cual es tu caso?

En realidad, no existen situaciones estresantes por sí mismas, todo es una cuestión subjetiva. La respuesta de estrés depende de la relación entre la persona y la situación. Para algunas personas un examen puede resultar una situación muy estresante, pero para otras no. No importa tanto la realidad, sino la percepción que se tiene de la misma.

¿Cómo podemos saber si tenemos estrés?. Te cuento las formas más frecuentes en que se manifiesta. Ya que el primer paso para solucionar un problema es saber que se tiene.

Señales de estrés:

Algunas sugerencias

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Miedo a los espacios abiertos (Agorafobia)

Temor intenso a salir de casa, alejarse de los lugares que imlican seguridad. Cuando uno padece este problema, resulta impensable salir de vacaciones, al campo, a la playa. O incluso salir a dar un paseo por su ciudad, de compras...

Afecta en un mayor porcentaje a mujeres que a hombres y resulta realmente incapacitante por lo que influye en la vida cotidiana. Resulta muy difícil acudir a trabajar, salir con los amigos e incluso hacer la compra. Impensable meterse en un cine o un teatro.

En la mayoría de los casos, el inicio de la agorafobia se encuentra en una crisis de pánico, es decir, es una situación en la que la persona ha experimentado un intenso temor acompañado de palpitaciones, dificultad para respirar, dolor en el pecho, mareos, náuseas. Las reacciones fisiológicas son tan fuertes que la persona tiene miedo de ir a volverse loca.

El temor a que se repita el episodio cuando menos lo espera hace que no quiera salir sola. Llega a ser un problema no sólo el ir de compras (o a cualquier sitio), sino el hecho de pensar que se tiene que ir.

Le da cierta seguridad: ir acompañado siempre por alguien de confianza, tomar tranquilizantes o situarse cerca de la puerta, con la sensación de poder escapar cuando lo necesite.

Síntomas de una agorafobia

Algunas sugerencias

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Otros miedos (Fobia específica)

Miedo a los insectos, a las serpientes, a los perros, a los animales en general, a las tormentas, a la altura, a la sangre, a los hospitales, a las inyecciones, a montar en avión...Miedos hay para todos los gustos.

Algunos temores son innatos, por ejemplo uno se sobresalta de manera natural ante un ruido intenso, como forma de protegernos ante un peligro inminente. Otros miedos, sin embargo, son aprendidos. Los desarrollamos a lo largo de nuestra vida en función de las experiencias propias que tenemos.

No es necesario tener una mala experiencia personal para desarrollar un miedo, también podemos desarrollar miedo de las experiencias traumáticas que han tenido los demás, por ejemplo podemos sentir que nos tiemblan las piernas al subir a un avión, aunque nunca hayamos tenido un accidente aéreo, pero hemos visto aparatosas imágenes en televisión, que nos han dejado impresionados.

También existen miedos condicionados por la cultura en que vivimos. Por ejemplo en Europa existe una gran preocupación por la salud; cuando uno comenta algo sobre una pequeña molestia, siempre hay expertos informadores dispuestos a contarnos las graves consecuencias de no curar esa pequeña molestia.

Incluso dentro de la misma familia se trasmiten los miedos unos miembros a otros.

¿Cómo se manifiesta una fobia?

Cuando estamos ante esa situación que nos produce miedo o pensamos que podemos llegar a estar en dicha situación, presentamos algunos síntomas muy concretos, como son:

¿Cómo se mantiene?

Evitamos, sistemáticamente, la situación que nos produce miedo. No vamos nunca al hospital por temor a las agujas, no viajamos por temor al avión, damos una gran vuelta antes de llegar a nuestra casa para no pasar por delante de ese enorme perro que nos ladra ferozmente cada vez que nos ve...

Al evitar la situación temida, nuestra ansiedad disminuye, con lo que siempre que sea posible haremos lo mismo, es decir, evitar la situación. No nos enfrentamos nunca a aquello que nos produce miedo, de manera que ese miedo se va haciendo cada vez mayor. Ese perro del vecino que evitamos siempre que podemos, va creciendo en nuestra imaginación hasta límites insospechados.

¿Problema?

Si tenemos miedo a las serpientes, vivimos en una gran ciudad y nunca salimos al campo, no parece que tengamos un gran problema. Pero si tenemos miedo a los aviones y hemos conseguido un trabajo maravilloso que nos obliga a viajar en avión, sí parece que tenemos un problema.

Cómo superarlo

Poco a poco, es decir, la clave está en no evitar aquellas situaciones que nos producen miedo, pero tampoco podemos de repente ponernos a jugar con un animal que hasta hoy mismo nos hace temblar. Para ello:

El mido, a veces, es tan intenso que nos sentimos incapaces de superarlo por nosotros mismos. Necesitamos entonces la ayuda de un profesional que nos orientará para elaborar correctamente la lista y nos proporcionará las herramientas necesarias para ir enfrentando cada una de las situaciones.

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Preocupaciones excesivas (Obsesiones y compulsiones)

Antonio, tienen treinta y cuatro años, y desde hace tres empezó a preocuparse por la posibilidad de contraer una enfermedad, concretamente pensaba en el S.I.D.A. Después de hacerse tres pruebas, sigue dudando sobre la posibilidad de estar infectado o poder llegar a estarlo. Se aleja de sus amigos cuando ve que tienen una pequeña heridita, por ejemplo en un dedo, ya que empieza a dudar de ellos y piensa que le pueden contagiar. Cada vez sale menos a cenar con su mujer, porque no confía en la higiene del restaurante, con lo que antes de empezar a comer, limpia los cubiertos y copas que le ponen en la mesa. Si viaja en autobus no se atreve a tocar el posamanos porque "a saber quien lo ha tocado antes".

Su vida, cada vez es más complicada. Empezó con una pequeña preocupación, probablemente justificada, pero ahora lo duda todo, realmente está obsesionado con la higiene y seguridad de él y los suyos.

Síntomas de las obsesiones

Algunas sugerencias

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Depresión

Parece la enfermedad de moda, todo el mundo dice estar deprimido o haberlo estado. En cuanto uno tiene un día triste, o está pasando una mala racha, ya piensa que tiene depresión.

Tener diferentes estados de ánimo es algo completamente normal. El ser humano está preparado para dar respuestas adaptativas al entorno; y es que en ocasiones, se dan circunstancias, donde lo difícil es no estar triste. Por ejemplo si alguien de tu familia tiene una enfermedad grave, es normal que estés preocupado y triste. Si las cosas no te van bien en el trabajo, sería extraño que estuvieses alegre como un cascabel.

Esos días de tristeza, parece que estamos con el freno echado, cansados y sin ganas de hacer nada. Normalmente, terminamos reflexionando, pensando en cómo nos van las cosas. De ahí, pueden surgir cambios importantes en nuestra vida, distintas formas de ver las cosas. Es parar un momento, para empezar de nuevo con renovadas energías. De todas formas, si nos agobia mucho estar tan apagados, salir a pasear o charlar con un amigo puede hacernos sentir mejor.

El problema de la depresión es más complicado. Pasear no apetece, charlar con los amigos no anima, se siente una soledad inmensa, y la imposibilidad de salir de esa situación por uno mismo.

La depresión puede presentarse de formas tan variadas como individuos la padecen. Algunos acuden al médico por dolores de cabeza, vómitos, náuseas o problemas para dormir. Otros acuden por problemas de concentración, notan que les cuesta atender y memorizar, sin comprender el motivo.

Síntomas de la depresión

¿Qué hacer?

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Tristeza

 

"Las tristezas no se hicieron para las bestias sino para los hombres;

pero si los hombres las sienten demasiado se vuelven bestias"

Miguel de Cervantes.

 

Es un estado de ánimo afligido, apesadumbrado, de genio melancólico. Es un estado de ánimo natural del hombre, sería inhumano no reaccionar con tristeza ante determinadas situaciones. El problema aparece cuando esa sensación de tristeza dura demasiado tiempo o no hay un motivo que la justifique.

Para pensar

Una enfermedad grave, la pérdida de un ser querido...; son situaciones, ante las que es normal reaccionar con tristeza. Las fuerzas, para afrontar la vida, desaparecen por un tiempo. Poco a poco nos vamos adaptando a la nueva situación y la tristeza va desapareciendo.

Qué hacer

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Apatía

Es la más absoluta indiferencia ante todo. Algunas personas son apáticas de por sí, no tienen ganas de hacer nada; hay en ellas una tendencia natural al distanciamiento afectivo y a la inactividad física. Pero para la mayoría de las personas, la apatía es la respuesta a un acontecimiento vital y exige un cierto tiempo para salir de ella.

El que cae en la apatía, se sume en una profunda inactividad; cuanto menos hace más apático está y cuanto más apático está menos hace; creando así un círculo vicioso del que resulta difícil salir.

Causas

Qué hacer

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Timidez (Fobia Social)

La timidez es un conjunto de síntomas, que se ponen de manifiesto, únicamente, cuando tienes que relacionarte con otras personas. La causa fundamental de la timidez, es la falta de confianza en uno mismo. La persona tímida, se siente incluso ridícula, ya que se sabe incapaz de hacer frente a situaciones, que los demás superan con total normalidad.

Se tiende a idealizar a los demás, pensando que son mucho mejores de lo que son en realidad, por el simple hecho de atreverse a sonrreir o hablar con naturalidad.

Una persona tímida, evita de manera activa todas aquellas situaciones en las que tendrá que conocer genete nueva, o aquellas situaciones en las que tendrá la "obligación" de hablar con otras personas.

Si no ha conseguido evitar la situación, hablará con otras personas de manera torpe, debido a su elevada ansiedad, que lo mantiene como encorchetado. Piensa que todo el mundo le mira y, que además, se está dando cuenta de lo mal que lo está pasando, con lo que aumenta temor a quedar en ridículo.

Muchas personas dicen ser tímidas, pero lo van superando con el tiempo. Otras son tímidas toda su vida, pero a dosis moderadas, lo cual les confiere un cierto aspecto enigmático. Se convierte en un problema cuando las reacciones de timidez son exageradas, y nos impide relacionarnos con los demás de manera adecuada, afectando incluso a nuestro trabajo y haciendonos sentir siempre fuera del grupo. Si decides consultar con un profesional, éste deberá enseñarte ciertas habilidades sociales y trabajar sobre las causas que provocan esa timidez.

Síntomas

¿Qué hacer?

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Anorexia

Clínicamente, se ha considerado la anorexia nerviosa como un síndrome específico, cuyos factores esenciales son:

Es un trastorno que afecta principalmente a mujeres de familias prósperas y educadas, aunque también se da en varones y en medios socioeconómicos bajos.

La ansiedad a estar gorda y la búsqueda constante de la delgadez es para estos pacientes el centro de su vida. Generalmente, no se ven delgadas, ni encuentran anormal su cuerpo aunque parezca un "esqueleto". Pueden no experimentar su cuerpo como propio, sino como un elemento impuesto, y la comida como algo que les invade o envenena.

Su estilo de pensamiento preconceptual y extremo les lleva a una disciplina muy rígida a la hora de llevar una dieta, cuyo éxito les da un sentido de eficacia en su vida y de tener un nucleo de personalidad propio.

Cómo detectar esta enfermedad:

La persona que padece anorexia, empieza a tener una relación "peculiar con la comida", de pronto la encanta cocinar, acumula recetas de cualquier lugar, se ofrece para ayudar en la cocina, se levanta con frecuencia de la mesa con el pretexto de coger cualquier cosa de la cocina. En la mesa, empieza a preferir las comidas light, tiene caprichos de comida inhabituales, picotea la comida o come muy despacio, empieza cortando la comida en trocitos muy pequeños. Tira la comida cuando cree no ser vista. Se queja de estreñimiento y utiliza muchos laxantes. Experta conocedora de toda clase de dietas, habla a menudo sobre la delgadez y las formas del cuerpo ideal.

Se puede sospechar también una posible anorexia en una infertilidad inexplicable o en dificultades de embarazo. Algunas veces, el miedo al incremento del hambre durante el embarazo puede desencadenar el miedo a perder el control de la comida y producirse una dieta excesiva y/o vómitos que pueden ser o no autoinducidos.

Otros datos que pueden poner en la pista de una anorexia son: problemas dentales excesivos, edemas inexplicables, estreñimiento crónico, etc.

La explicación de este trastorno

Existen numerosas hipótesis que intentan explicar el origen de este problema. Desde alteraciones en la estructura familiar, con una apariencia de armonía y una gran desilusión encubierta. Hasta una evitación de circunstancias temidas asociadas todas ellas a la madurez psicosexual y la responsabilidad. Pasando por toda una serie de creencias irracionales, como el pensar que "ser atractiva significa, sobre todo, ser delgada". Asociar cierto glamour en ser anoréxica; algunas chicas llegan a envidiar a otras cuando les cuentan que tienen o han tenido anorexia, sin dar valor alguno al alto riesgo que corren.

Como digo, todas estas explicaciones son hipótesis con las que actualmente se está trabajando con éxito, aunque no se conozca un determinante claro de la enfermedad.

Tratamiento

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Bulimia

El concepto de bulimia, como sinónimo de comida voraz o atracón, o exceso de comida compulsiva, se refire al consumo de grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo.

Este concepto utilizado el psicopatología tradicional y considerado como un síntoma asociado a trastornos orgánicos o psicológicos, se utiliza desde los años 60 para hacer referencia a un conjunto de síntomas:

Hay que distinguir dos grupos:

Aunque los investigadores tratan de hacer categorías diagnósticas, los clínicos no observamos nunca estos conceptos categóricos tan delimitados en nuestros pacientes, sino que observamos aspectos o momentos diferentes de los trastornos de la alimentación.

En un extremo estaría la anorexia nerviosa primaria, restrictiva o abstinenete, hiperactiva, rígida y perfeccionista, y un subgrupo de anoréxica – bulímica, vomitadora y/o abusadora de purgantes.

La bulimia nerviosa tendría una posición intermedia, seguida de las pacientes con sobrepeso que comen compulsivamente. En el otro exptremo estarían los obesos con carencias nutritivas muy importantes en los que se observan pautas de comida correspondientes al "síndrome del atracón" y "síndrome de la comida nocturna" o "síndrome de la comida sin saciación".

Factores que mantienen la bulimia

La explicación de este trastorno

Existen numerosas hipótesis que intentan explicar el origen de este problema. Desde alteraciones en la estructura familiar, con una apariencia de armonía y una gran desilusión encubierta. Hasta una evitación de circunstancias temidas asociadas todas ellas a la madurez psicosexual y la responsabilidad. Pasando por toda una serie de creencias irracionales, como el pensar que "ser atractiva significa, sobre todo, ser delgada".

Como digo, todas estas explicaciones son hipótesis con las que actualmente se está trabajando con éxito, aunque no se conozca un determinante claro de la enfermedad.

Tratamiento

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Obesidad

Hablamos de obesidad cuando se supera en un 30% el peso ideal, ya que es a partir de ese momento cuando se produce una relación más clara entre obesidad y distintas enfermedades físicas.

La obesidad es un problema que preocupa a un elevado número de personas en la cultura occidental, no sólo por sus consecuencias físicas sino estéticas. Por increíble que parezca, cuando preguntamos a una persona con exceso de peso, qué es lo que más le preocupa, no suele hacer mención a su colesterol o falta de agilidad, sino a que les miran por la calle, que se sienten diferentes a los demás, no encuentran ropa, etc.

La mayoría de personas con exceso de peso han intentado hacer muchas dietas, y en el mejor de los casos han perdido algunos kilos que luego recuperan con facilidad, en cuanto hacen una vida "normal". Se sienten engañados porque no parecen encontrar una solución a su problema.

¿Qué hay detrás? ¿algún complejo? ¿baja autoestima? ¿un aprendizaje inadecuado?, el caso es que los problemas, de cualquier índole, terminan en la nevera. La comida deja de utilizarse únicamente como elemento para satisfacer necesidades nutricionales, y se utiliza para escapar de la realidad cotidiana, para reducir ansiedad, para evitar aburrimiento, para sentirse mejor, incluso para nada; algunas personas llegan a confesar que no saben porqué comen, que no hay motivos especiales, pero no pueden dejar de hacerlo.

Desde un punto de vista psicológico, incluimos la obesidad dentro de los trastornos de alimentación ya que parece clara la relación que existe entre obesidad y malos hábitos de alimentación. Por unas causas (ambientales, genéticas, personales) u otras, las personas obesas ingieren más calorías de las que necesitan.

¿Qué factores contribuyen a que aparezca y después se mantenga la obesidad?:

1.- Factores biológicos: parece indudable que una carga genética influye en el peso corporal de las personas. No todo el mundo tiene la misma constitución, ni consume energía de la misma manera. Puede existir cierta predisposición para engordar en algunas personas.

Esto no significa que haya que tirar la toalla y renunciar a un cuerpo saludable, se pueden aprender pautas de alimentación sanas que ayudarán a controlar esa tendencia constitucional. Pero siempre sin exagerar. Conviene recordar que tener unos kilos de más no es problema alguno para la salud, ni por supuesto para la estética, uno puede estar igual de atractivo con dos o tres kilitos de más ¿verdad?.

2.- Factores psicológicos: ansiedad, depresión, aislamiento social, falta de confianza en uno mismo, mala visión de la propia imagen corporal.

Algunas recomendaciones

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