Inicio del chat
¿Cómo puedo saber si soy alcohólico o alcohólica?
El problema con el alcohol tiene distintas fases y hay distintas señales
que pueden indicarlo. El primer signo de que las cosas no van bien con el
alcohol es que una persona continúe bebiendo aunque se da cuenta de
que el alcohol le está complicando la vida. Es decir, cuando le está
interfiriendo, bien en su salud o en su vida familiar o laboral, y a pesar
de esa dificultad que el alcohol le está causando, la persona continúa
bebiendo. De alguna manera justificándose a sí misma por motivos
de todo tipo sociales, pseudolaborales. Hay muchas excusas que uno se busca.
¿Dónde puedo acudir si creo que tengo problemas con
el alcohol?
Desde luego creo que donde debe acudir es a un profesional o a un centro
especializado, si ya tiene claro que tiene el problema. Básicamente
hay dos tipos de formas de tratar este problema. Hay asociaciones, grupos
de autoayuda, que a su vez las podemos dividir en dos tipos: "alcohólicos
anónimos" y "alcóholicos rehabilitados". "Alcohólicos
Anónimos" no tiene ninguna intervención profesional y en "Alcohólicos
Rehabilitados" sí suele haber alguna intervención de profesionales.
Y la otra alternativa es buscar especialistas o bien psicólogos o
bien médicos dedicados a la tarea de tratar las adicciones. Estas
son las dos opciones que hay cuando se tiene un problema de alcoholismo.
¿Hay algún tratamiento con medicamentos que sea efectivo?
Ningún tratamiento farmacológico va a resolver el problema
esencial de la adicción, que es el de una conducta que se ha descontrolado
en la persona. Hay fármacos, que pueden ayudar en la primera fase,
cuando la persona se tiene que desintoxicar del alcohol. Cuando tiene que
reequilibrar en su organismo los deterioros que se han producido por el abuso
del alcohol. Y puede haber fármacos que ayuden en cierto modo a la
recuperación posterior. Pero hay una cosa clara, que es que beber
alcohol es una conducta en la persona, una conducta que en un principio es
voluntaria y que posteriormente se va haciendo cada vez menos voluntaria
a medida que crece la adicción. Entonces, hay que corregir esa conducta.
Hay que enseñar al paciente a desenvolverse de una manera diferente
en las situaciones que le llevaban a beber. Y eso no hay ningún fármaco
que lo pueda conseguir. Ni lo hay ni creo que pueda haberlo en un futuro.
Desde luego, la curación de una adicción siempre es un proceso
de aprendizaje y esencialmente es un problema de conducta, por lo tanto,
los fármacos tienen una utilidad limitada.
¿Es cierto que cada vez hay más jóvenes con
problemas de alcoholismo?
Bueno, es cierto que hay un inicio más temprano de los problemas.
Está cambiando la forma de consumir alcohol y hay un sector de la
población juvenil que bebe de una forma abusiva e intensa desde edades
muy tempranas. Y eso seguramente acabe produciendo en un futuro un número
muy importante de gente más joven con problemas con el alcohol.
¿Es cierto que las personas con problemas con el alcohol
suelen ser en su mayoría hombres? ¿Por qué?
Sí, hay más hombres que mujeres aunque las mujeres se están
incorporando a este problema a toda velocidad. Yo creo que hay más
hombres simplemente porque tradicionalmente hay más consumo de alcohol
entre los hombres, tomando a la población española en su conjunto.
Pero ahora, si nos referimos a la población joven, las diferencias
son muchísimo menores y se puede prever que en unos años el
número de hombres y mujeres con dependencia del alcohol sea más
igual.
¿Cómo puedo ayudar a alguien de mi familia que tiene
problemas con el alcohol?
Lo primero que hay que hacer es no ocultar el problema, es decir, hacer frente
al problema cuando se ve que existe, cuando vemos que una persona dice que
va a dejar de beber y se ve que no lo consigue más que unos pocos
días, cuando una persona oculta el consumo de alcohol que está
haciendo o miente o simplemente justifica el que bebe a problemas sociales,
laborales o de otro tipo. El ocultar esa realidad y tratar de quitarle importancia
es un gran error. Y es el primer error en el que caen muchas veces los familiares,
que son los primeros que quieren creerse que la persona controla la situación
y que no es para tanto el problema y esto no es así. El segundo error
que no hay que cometer es presionar para que no beba. Es decir, lo normal
en las familias es presionar a la persona que tiene el problema para que
no beba. En realidad no hay que presionarle para que no beba sino para que
se ponga en tratamiento y facilitarle las cosas para que se ponga en tratamiento,
es decir, encontrar el profesional adecuado al que remitirle, facilitarle
el teléfono, ayudarle a tomar la decisión de ponerse en contacto.
Pero insisto, la presión tiene que ser siempre para que se ponga en
tratamiento, no para qué deje de beber.
¿Y en qué consiste el tratamiento para dejar de beber?
El tratamiento consiste principalmente en un re-aprendizaje. Es decir, las
personas tienen que aprender a desenvolverse sin alcohol en aquellas situaciones
en las que antes bebían. Primero hay que saber cuáles son esas
situaciones en las que la persona bebía, que no en todas las personas
son iguales. Aunque básicamente podemos reducirlas a dos grandes grupos
de situaciones: Por un lado situaciones sociales, es decir, situaciones en
las que el consumo se da con otras personas y en las que puede existir una
cierta presión social más o menos directa o indirecta, y la
persona tiene que tener la suficiente fuerza como para saber decir que no
a esa presión y sentirse bien haciéndolo.Y por otra parte hay
situaciones de tipo emocional, es decir, muchas veces el beber alcohol es
consecuencia de un malestar emocional que la persona está sufriendo
debido a cualquier circunstancia de la vida. Entonces, la terapia siempre
tiene que ir orientada a que la persona encuentre salidas positivas a esas
situaciones, que no dejan de ser situaciones normales de la vida. Todo el
mundo pasa por momentos emocionalmente difíciles alguna vez y lo que
hay que aprender es a superar esos momentos sin recurrir al alcohol ni a
ninguna otra conducta autodestructiva.
La terapia va dirigida principalmente a hacer ese reajuste emocional, de
desarrollo de habilidades personales, de manejo de situaciones de ansiedad,
de estrés. Y eso es básicamente un proceso psicológico,
de terapia, que requiere un tiempo y que requiere una dedicación.
¿Es cierto que una persona rehabilitada luego puede volver
a beber alcohol de forma moderada?
Creo que eso es mucho más difícil que el no beber nada. Yo
desde luego no soy partidario de promover que una persona que ha tenido problemas
serios de dependencia con el alcohol intente luego tener un consumo controlado.
Eso es enormemente difícil, aunque se pueden dar en casos de personas
que no han desarrollado una dependencia muy grande. Pero normalmente, las
personas que piden ayuda y que acuden a un servicio terapéutico son
personas que han desarrollado una adicción seria. Y entonces no se
puede recomendar el consumo moderado porque es infinitamente más difícil
que se establezca un consumo moderado que mantenerse sin beber nada. Y esa
es una de las cuestiones importantes en la terapia, el hacer comprender al
paciente que estar sin beber no es ninguna pérdida, sino todo lo contrario.
Es una ganancia para su bienestar. Y eso es lo que nos va a garantizar que
va a seguir así indefinidamente.
¿Qué consecuencias para la salud puede tener el alcoholismo?
A nivel de salud, las consecuencias son interminables. Hay que tener en
cuenta que el alcohol es una sustancia tóxica, que una vez que se
distribuye por el torrente sanguíneo a todos los rincones de nuestro
cuerpo, va produciendo un efecto tóxico en todas partes. Y cada persona,
de acuerdo con su constitución, su genética y sus factores
particulares de riesgo, va a sufrir unos problemas en uno u otro órgano
de su cuerpo. Los problemas más conocidos son la cirrosis hepática,
la cardiomiopatía alcohólica, los problemas del sistema nervioso,
las varices esofágicas, pancreatitits.hay muchísimos.
Si alguien de mi familia tuvo problemas de alcoholismo,¿puedo
heredarlos yo o mis hijos?
Lo que hay, eso sí está comprobado con bastante firmeza, es
un cierto componente genético en la respuesta de una persona cuando
bebe alcohol. Es decir, cuando una persona bebe alcohol se produce una reacción
en su organismo y esa reacción varía según su carga
genética. Hay un componente genético que determina la respuesta
de nuestro organismo ante el consumo de alcohol. Pero lo que no hay es un
componente genético que explique la adicción en sí.
La adicción es un proceso que requiere un consumo repetido, reiterado
en determinadas circunstancias y sobre ese consumo, cualquier persona puede
desarrollar una dependencia. Aunque sí es verdad que hay personas
que desarrollan dependencia más fácilmente, con menos tiempo
de consumo y menos frecuente y otras necesitan más.
¿Cuál suele ser el origen de los problemas emocionales
que llevan al alcoholismo?
Si hablamos de cuestiones previas en las que el alcohol es la salida de situaciones
emocionales, normalmente son situaciones de ansiedad, ya que el alcohol tiene
un efecto ansiolítico inmediato y entonces muchas veces las personas
aprenden, inconscientemente, a beber alcohol como forma de reducir la ansiedad.
Y la ansiedad puede ser producida por problemas de tipo social, por timidez,
para ser capaz de desenvolverse socialmente; o por cualquier otro tipo de
problema emocional que genere ansiedad. Eso es lo que mayormente influye
en el consumo de alcohol por causas emocionales.
¿Algunos licores crean más dependencia que otros?
No, el alcohol es la misma sustancia esté contenida en una bebida
u otra. Lo único que cambia es la proporción, es decir, la
cantidad de alcohol puro que uno ingiere depende de la bebida que toma y
la cantidad que toma. Pero la dependencia no depende de un tipo de licor
u otro sino de la cantidad de una sustancia, el alcohol, que uno toma.
¿Qué reacciones o síntomas delatan a una persona
de nuestro entorno que tiene problemas con el alcohol?
Hay signos de tipo físico, por ejemplo, beber muy rápido, de
un trago. También pueden darse síntomas aparentes como un cierto
enrojecimiento en la cara, un ligero temblor de manos a veces. Esto es mucho
menos frecuente pero más significativo cuando se da. También
podemos hablar de náuseas matutinas. Pero hay otro síntoma
mucho más significativo y más temprano que es la persona que
dice, más o menos, "yo cuando quiera dejo de beber". Porque solamente
una persona dice que puede dejar de beber cuando realmente tiene problemas.
Cuando no tiene ningún problema nunca se plantea "yo cuando quiera
dejo de beber" mientras sigue bebiendo. Si uno ve que algo le sienta mal
lo deja de tomar, y no tiene que decir "yo cuando quiera lo dejo" al tiempo
que lo sigue haciendo. Cuando alguien le dice "yo cuando quiera lo dejo"
o "a mí no me hace daño porque yo controlo", este tipo de comentarios
suelen ser indicativos de que la persona ya está empezando a tener
problemas.
¿Existe un síndrome de abstinencia cuando se deja
de beber alcohol? ¿Cuánto dura? ¿Cómo puede combatirse
este síndrome de abstinencia?
El síndrome de abstinencia es muy breve, se pasa en pocas horas y
la forma de combatirlo depende de la intensidad del propio síndrome
y de la persona. La mejor manera de no tener síndrome de abstinencia
es reducir el consumo de alcohol paulatinamente durante unos pocos días
hasta llegar a cero. Esa es la forma más sencilla de evitarlo. Pero
si uno está en manos de un profesional y está en un proceso
terapéutico, ahí es donde puede haber una ayuda farmacológica.
Ahora bien, si hablamos de la adicción en sí, ésta no
desaparece nunca por la misma razón que no desaparece un aprendizaje
importante que hayamos realizado en nuestra vida. Cuando se ha estado metido
en una conducta adictiva, como es la del alcohol, esa conducta no va a desaparecer
nunca del repertorio conductual de la persona. Es decir, eso estará
grabado en su mente para siempre. Otra cosa, es que si esa persona no bebe
y es capaz de desenvolverse sin beber alcohol pueda llevar una vida normal
y vivir tan feliz como cualquiera. Pero lo que es la adicción en sí,
eso no se puede deshacer de la misma forma, en cierto modo, que cuando uno
aprende a nadar o a ir en bicicleta o a esquiar, que son aprendizajes que
se quedan grabados y ya no se pueden deshacer nunca.
Si mi hijo llega borracho pero sólo los fines de semana,
¿puede ser alcohólico?
Sí, por supuesto. Hay muchísimas, cada vez más, personas
que tienen dependencia del alcohol bebiendo sólo los fines de semana
e incluso con menos frecuencia.
¿Cómo puedo convencer a una persona de que tiene un
problema con el alcohol y que debe ponerse en manos de un especialista?
El mejor argumento es, primero, preguntarle a esta persona si quiere superar
el problema que tiene. Y si es así, en segundo lugar, pues siempre
será más fácil hacerlo con ayuda que con sus propios
medios. Así, la pregunta es doble, es "¿quiere usted superar
su problema con el alcohol?" y si la respuesta es sí, lo lógico
es acudir a la ayuda de un profesional que siempre nos facilitará
las cosas.
|
|