Nuevos Tratamientos Para el Alcoholismo
El alcoholismo es una de
las principales causas de problemas de salud,
familiares, laborales y sociales en el mundo actual.
Todos sabemos que beber en exceso
no es bueno, pero pocas veces nos planteamos nuestra
propia situación personal frente a la bebida.
Tendemos a considerar nuestro consumo
como "moderado", sin conocer los criterios científicos
de la moderación, y a creer que nuestra forma
de beber es "normal" ignorando muchas veces los
signos y síntomas de la conducta adictiva.
Para algunas personas el alcohol
se va convirtiendo poco a poco en algo cada vez
más importante en su vida, pudiendo llegar a hacerse
dueño de sus acciones y pensamientos, así como
a alterar de una forma negativa su comportamiento.
Cuando esto sucede, y la persona continúa bebiendo,
es cuando se puede hablar de "dependencia" , de
"adicción" o de "alcoholismo".
Los familiares o amigos del bebedor
problemático suelen ser los primeros en darse
cuenta de que algo no marcha bien y tratan de
presionarle para que deje de beber.
Otras veces es uno mismo el que
intenta por sus propios medios apartarse del alcohol,
beber menos o dejarlo completamente.
El problema viene cuando se constata
que uno no es capaz por sí mismo de controlar
su consumo de alcohol.
- Cuando bebe más de lo que se
propone
- Cuando declara solemnemente
que "yo lo dejo cuando quiero"
- Cuando aparecen sentimientos
de culpabilidad o remordimientos tras haber
bebido en exceso
- Cuando las relaciones familiares
o sociales se van deteriorando
- ... en definitiva, cuando una
persona continúa bebiendo a pesar de que las
consecuencias negativas de su conducta son cada
vez mayores y más evidentes .
El alcoholismo no es
una enfermedad corriente que se solucione tomando
una determinada medicina o mediante una intervención
quirúrgica. ¡Ojalá fuese así!.
Para que una persona sea capaz
de superar su dependencia del alcohol es necesario
que aprenda a hacer frente a las situaciones de
la vida cotidiana sin beber ... y sin pasarlo
mal por no hacerlo.
Una vez que el alcohol se convierte
en un problema para una persona o una familia,
lo mejor es ponerse en manos de especialistas.
Intentar solucionarlo con buenas
palabras, con presión, con amenazas o esperando
que el tiempo lo solucione, solo conduce a retrasar
y agravar el caso, aumentando la frustración
del paciente y de la familia.
La única presión
positiva que se debe ejercer es aquélla
orientada a que el bebedor problemático
se ponga en contacto con un terapeuta especializado
y competente.
Desde 1984, el equipo de profesionales
dirigido por Bernardo Ruiz Victoria lleva aplicando su Programa
Victoria con unos resultados muy positivos
que han merecido el reconocimiento de organismos
y empresas nacionales e internacionales.
Aprender a superar situaciones
de ansiedad, depresión, estados de nervios,
a rechazar invitaciones de otras personas, a organizar
el tiempo libre y a conocer y prepararse ante
las situaciones de riesgo que pudieran conducir
a una recaída, son las piezas fundamentales
de un Tratamiento eficaz que permite a la persona
mantenerse sin beber y vivir mejor.
Nuestra Terapia tiene unas características
únicas. Tanto por la forma de llevarla
a cabo como por los resultados que se obtienen.
Nuestro tratamiento del alcoholismo se adapta a las
necesidades de todas las personas a las que el
alcohol está causando problemas, tratándolas
con la debida discreción, profesionalidad
y calidez humana, buscando soluciones individuales
a cada situación personal.
Para terminar, el comentario de
la mayoría de los pacientes al terminar
el Programa: "si yo
hubiera sabido que era esto hubiera venido varios
años antes".
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