Málaga 1 de Noviembre de 1998


Aplican una terapia psicológica de efecto rápido para alcohólicos

Los tratamientos, que se realizan en un hotel, consisten en enseñar al paciente a vivir sin beber

Angel Escalera

Un grupo de médicos y psicólogos, del Instituto Detox , situado en San Pedro Alcántara, ha desarrollado una terapia psicológica para deshabituar del alcohol de forma rápida a personas que son adictas a la bebida. El director de este equipo de profesionales, el psicólogo Bernardo Ruiz, manifestó a este periódico que el tratamiento se aplica a grupos reducidos, de entre seis y ocho personas, y se lleva a cabo en un hotel de la Costa del Sol. «Nosotros ponemos en práctica una terapia que permite abordar el problema del alcoholismo de manera muy rápida. Es un tratamiento que en diez días permite a nuestros pacientes a aprender a vivir sin alcohol», explico Bernardo Ruiz.

Durante los diez días que esas personas alcohólicas pasan en el hotel reciben una intensa terapia psicológica que las prepara para acostumbrarse a vivir sin la bebida. En ese tiempo, los pacientes ven películas en la que se les explica las ventajas de dejar su adicción y estudian más de cien folios que se les entregan cuando llegan al hotel. «Es como si esos pacientes estuvieran en una concentración de un equipo de fútbol», indicó Ruiz. Para el psicólogo, lo fundamental es que la gente sigua las recomendaciones terapéuticas que se les marca, logre relajarse y comprenda que puede pasar perfectamente sin el alcohol.

«Solemos tratar a muchas personas que han fracasado anteriormente en otros intentos que ha realizado para abandonar la bebida. Los alcohólicos sufren mucho, y necesitan ayuda para hacer frente a sus problemas. No basta con que ellos quieran dejar de beber. La voluntad es algo relativo, si no va acompañada de una terapia adecuada», comentó Bernardo Ruiz.

Porcentaje de éxito

El director del grupo de trabajo del Instituto Detox añadió que el método que ellos aplican tiene un porcentaje de éxito muy elevado. Así, aseguró que el 80 por ciento de las personas que han seguido la terapia continúa sin beber a los cinco años.

Estos tratamientos intensivos cuestan unas 350.000 pesetas, hotel incluido. «Ese dinero se lo gastan en bebida los pacientes en un plazo de tres o seis meses, dependiendo del grado de adicción que tengan. Por lo que les sale mucho barato seguir nuestro tratamiento que continuar bebiendo».



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